sábado, 28 de febrero de 2009

ASAJA denuncia el mal comienzo del año en las relaciones laborales del sector agropecuario pese a lo cual hay duificultes para encontrar mano de obra

FERNANDO G. MURIEL
En los registros de la Encuesta de Población Activa, EPA, del cuarto trimestre de 2008, la población ocupada en el sector agrario ascendía a 818.900 personas, lamentablemente a día de hoy esta cifra ya se ha visto reducida y los datos van a pasar a la historia ya que, por primera vez, no se alcanzan las 800.000 personas. Esto representa casi un 4% del total de ocupados en España cuando hace una década este porcentaje se elevaba casi al doble. Según los datos de la citada Encuesta, el número de ocupados se reduce en el sector a razón de 300 trabajadores diarios.
En paralelo a estos elevados índices de desempleo, el seguimiento realizado por los Servicios Técnicos de ASAJA en materia de contratación laboral pone de manifiesto las graves dificultades con las que se encuentran los empresarios agrarios a la hora de contratar trabajadores.
Por un lado, y a pesar del elevado número de desempleados inscritos en las listas de los servicios públicos de empleo, los empresarios agrarios no consiguen suficientes trabajadores dispuestos a acudir a las campañas de recolección en los momentos en los que se demanda esta mano de obra. Según datos oficiales del Servicio de Ocupación de Cataluña, de los 9.300 parados inscritos en este servicio tan solo 2.600 parecen estar dispuestos a trabajar en la recogida de fruta de campo leridano. Esta situación, lejos de ser excepcional, se repite en muchas otras comunidades autónomas ante el inicio de las distintas campañas de recolección.
Por otro lado, la puesta en marcha del nuevo régimen de Seguridad Social tampoco ayuda. Como ya ha denunciado ASAJA el nuevo sistema obliga a los empresarios a pagar por los jornaleros que no están inscritos en el censo agrario los días en los que no han ido a trabajar. Esto hace desistir a los profesionales del campo de contratar a personas que no pagan el conocido ‘sello’ o a instarlos a que se inscriban en el censo agrario, lo que está suponiendo un auténtico caos en las relaciones laborales del sector. Además, con la nueva normativa de Seguridad Social Agraria para los trabajadores por cuenta ajena, se han incrementado los trámites burocráticos en nuestro sector.
Por último, y en lo que se refiere a la negociación colectiva en el sector agrario, esta se ve marcada por una situación económica muy diferente a la de años anteriores, en la que la economía española afronta un escenario de recesión. El inicio de la negociación colectiva en este año tiene como referencia la publicación en enero del IPC definitivo del año 2008 que se cerró en el 1,4 %, con lo que se cuestiona la cifra del IPC previsto para el año 2009 del 2% como referente para la revisión salarial de los convenios colectivos, ya que con toda seguridad no se alcanzará. Por este motivo y en aras a la mejora de las relaciones laborales y contractuales del sector, ASAJA insta a todos los agentes sociales, empresarios y sindicatos para que sean sensibles ante la actual situación económica y no pacten subidas por encima de las previsiones.

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