FERNANDO G. MURIEL
Asaja denuncia que el Gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero quiere incumplir el convenio de colaboración que firmó en su día el Gobierno de la nación a través de la Sociedad Estatal Aguas del Duero en el que se comprometía a pagar el 25 por ciento del coste de las infraestructuras acometidas por el Estado español en el regadío de Las Cogotas. De esta manera, el 50 por ciento no financiado por fondos europeos, los pagarían en su totalidad los agricultores, y sin embargo los bienes seguirían siendo de titularidad estatal.
Cuando es inminente la finalización de las obras correspondientes a la Junta de Castilla y León, con la consiguiente prueba y puesta en marcha de una parte de los sectores de esta importante obra para el desarrollo de la comarca abulense de Tierra de Arévalo, que en cosa de poco más de un mes empezará a ser una realidad, el Gobierno de la Nación se descuelga pretendiendo que los agricultores paguen no sólo el 25 por ciento del coste de la obra que les correspondía según el acuerdo firmado en aquel entonces, sino también el otro 25 por ciento que aportó el Gobierno central. El otro 50 por ciento se sufragó con fondos europeos. Todo, cuando hace escasos días la Sociedad Estatal Seiasa del Norte, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, firmó un convenio marco con la Junta de Castilla y León para la consolidación y modernización de regadíos de Castilla y León en términos similares al convenio firmado antaño para “Cogotas” y que ahora no respetan.
En la actual situación de grave crisis que sufre la agricultura y el envejecimiento y falta de oportunidades que padece el medio rural, Asajaconsidera un desprecio y una falta de compromiso con los agricultores la pretensión de Aguas del Duero de volver a firmar un nuevo convenio para que los profesionales del campo paguen su parte y la de D. José Luis. Los agricultores no son culpables de que la Administración central no tenga ahora fondos suficientes para apoyar y ayudar a la agricultura debido al despilfarro diario que hacen para intentar solucionar las crisis de otros.
Y esto lo hace ahora, cuando es necesario comenzar las pruebas de riego para que el año que viene se riegue con garantías todos los cultivos de la zona, presionando y obligando de este modo a firmar un convenio muy perjudicial para los intereses de los regantes con la amenaza de no proporcionarles el agua. De este modo el Gobierno socialista de Zapatero aportaría cero euros al regadío de Las Cogotas.
Por si esto fuera poco, Aguas del Duero exige a los regantes un aval previo a la puesta en funcionamiento por el importe total de tarifa de cada año. Una postura totalmente inasumible por parte de la organización agraria Asaja.
Esto viene a mostrar la falta de compromiso del Gobierno con el sector, que se viene arrastrando con hechos tales como la desaparición de las tarifas especiales de riego que han provocado la subida de la factura de la luz de más de un 100 por ciento a los regantes, el incremento abusivo de los precios de los fertilizantes y el brutal diferencial de precios entre origen y destino entre otros.
Asaja denuncia que el Gobierno que preside José Luís Rodríguez Zapatero quiere incumplir el convenio de colaboración que firmó en su día el Gobierno de la nación a través de la Sociedad Estatal Aguas del Duero en el que se comprometía a pagar el 25 por ciento del coste de las infraestructuras acometidas por el Estado español en el regadío de Las Cogotas. De esta manera, el 50 por ciento no financiado por fondos europeos, los pagarían en su totalidad los agricultores, y sin embargo los bienes seguirían siendo de titularidad estatal.
Cuando es inminente la finalización de las obras correspondientes a la Junta de Castilla y León, con la consiguiente prueba y puesta en marcha de una parte de los sectores de esta importante obra para el desarrollo de la comarca abulense de Tierra de Arévalo, que en cosa de poco más de un mes empezará a ser una realidad, el Gobierno de la Nación se descuelga pretendiendo que los agricultores paguen no sólo el 25 por ciento del coste de la obra que les correspondía según el acuerdo firmado en aquel entonces, sino también el otro 25 por ciento que aportó el Gobierno central. El otro 50 por ciento se sufragó con fondos europeos. Todo, cuando hace escasos días la Sociedad Estatal Seiasa del Norte, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, firmó un convenio marco con la Junta de Castilla y León para la consolidación y modernización de regadíos de Castilla y León en términos similares al convenio firmado antaño para “Cogotas” y que ahora no respetan.
En la actual situación de grave crisis que sufre la agricultura y el envejecimiento y falta de oportunidades que padece el medio rural, Asajaconsidera un desprecio y una falta de compromiso con los agricultores la pretensión de Aguas del Duero de volver a firmar un nuevo convenio para que los profesionales del campo paguen su parte y la de D. José Luis. Los agricultores no son culpables de que la Administración central no tenga ahora fondos suficientes para apoyar y ayudar a la agricultura debido al despilfarro diario que hacen para intentar solucionar las crisis de otros.
Y esto lo hace ahora, cuando es necesario comenzar las pruebas de riego para que el año que viene se riegue con garantías todos los cultivos de la zona, presionando y obligando de este modo a firmar un convenio muy perjudicial para los intereses de los regantes con la amenaza de no proporcionarles el agua. De este modo el Gobierno socialista de Zapatero aportaría cero euros al regadío de Las Cogotas.
Por si esto fuera poco, Aguas del Duero exige a los regantes un aval previo a la puesta en funcionamiento por el importe total de tarifa de cada año. Una postura totalmente inasumible por parte de la organización agraria Asaja.
Esto viene a mostrar la falta de compromiso del Gobierno con el sector, que se viene arrastrando con hechos tales como la desaparición de las tarifas especiales de riego que han provocado la subida de la factura de la luz de más de un 100 por ciento a los regantes, el incremento abusivo de los precios de los fertilizantes y el brutal diferencial de precios entre origen y destino entre otros.
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