FERNANDO G. MURIEL La tradicional Romería en honor a Nuestra Señora del Camino, más conocida como ‘La Caminanta’, que tiene un carácter anual y comienza esta noche prolongándose hasta el próximo lunes 22 de junio supone en Arévalo el inicio de las fiestas estivales, que continúan el próximo fin de semana con las fiestas de san Pedro, y tienen su apogeo en las Ferias de San Vitorino que se prolongan desde el 3 hasta el 12 de julio.
La tradición de esta romería se remonta al siglo XVI. La fiesta empieza esta tarde cuando los cofrades trasladan en procesión a la imagen de la Virgen del Camino desde la ermita que está situada en un cruce de caminos, cañadas y veredas hasta la iglesia parroquial de San Juan donde se deposita la imagen en el altar mayor.
Por la noche, los jóvenes son los protagonistas de la fiesta en el barrio húmedo, ya que el Ayuntamiento ha programado en la plaza de Ángela Muñoz una verbena, amenizada por la orquesta Marenga, para animar esta Romería
En la jornada dominical la fiesta comienza al medio día con la celebración de la misa solemne. Por la tarde tiene lugar un nuevo desfile procesional para trasladar a la imagen de la Virgen desde la iglesia hasta su ermita, donde permanece en la calle hasta bien entrada la noche presidiendo los diferentes juegos y el tradicional concurso de jotas, que este año alcanza su novena edición, mientras muchos arevalenses y morañegos disfrutan en la campa de una velada festiva entre meriendas familiares
Las jornadas festivas finalizan el lunes. Por la mañana se celebra en las inmediaciones de la ermita una eucaristía popular en la que al finalizar numerosas personas bailan la jota en honor a la Virgen. Al medio día los cofrades celebran un almuerzo de hermandad. La tarde se pasa de nuevo en el entorno de la ermita donde se organizan los tradicionales concursos de pasodobles que este año llega a su séptima edición.
La tradición de esta romería se remonta al siglo XVI. La fiesta empieza esta tarde cuando los cofrades trasladan en procesión a la imagen de la Virgen del Camino desde la ermita que está situada en un cruce de caminos, cañadas y veredas hasta la iglesia parroquial de San Juan donde se deposita la imagen en el altar mayor.
Por la noche, los jóvenes son los protagonistas de la fiesta en el barrio húmedo, ya que el Ayuntamiento ha programado en la plaza de Ángela Muñoz una verbena, amenizada por la orquesta Marenga, para animar esta Romería
En la jornada dominical la fiesta comienza al medio día con la celebración de la misa solemne. Por la tarde tiene lugar un nuevo desfile procesional para trasladar a la imagen de la Virgen desde la iglesia hasta su ermita, donde permanece en la calle hasta bien entrada la noche presidiendo los diferentes juegos y el tradicional concurso de jotas, que este año alcanza su novena edición, mientras muchos arevalenses y morañegos disfrutan en la campa de una velada festiva entre meriendas familiares
Las jornadas festivas finalizan el lunes. Por la mañana se celebra en las inmediaciones de la ermita una eucaristía popular en la que al finalizar numerosas personas bailan la jota en honor a la Virgen. Al medio día los cofrades celebran un almuerzo de hermandad. La tarde se pasa de nuevo en el entorno de la ermita donde se organizan los tradicionales concursos de pasodobles que este año llega a su séptima edición.
Ermita de la Caminanta
Situada a las afueras de Arévalo, a la salida del Puente de Medina, fue fundada en 1530 por Miguel Sánchez de Arévalo, Regidor de la villa y perteneciente al linaje de los Sedeños, como puede leerse aún en su portada.
Esta ermita es un pequeño edificio con una estructura equilibrada y proporcionada, de sillares en piedra de granito, columnas que ostentan los escudos de los Altamirano y el Águila de los Sedeños y columnillas de tipo balaustrada.
Situada a las afueras de Arévalo, a la salida del Puente de Medina, fue fundada en 1530 por Miguel Sánchez de Arévalo, Regidor de la villa y perteneciente al linaje de los Sedeños, como puede leerse aún en su portada.
Esta ermita es un pequeño edificio con una estructura equilibrada y proporcionada, de sillares en piedra de granito, columnas que ostentan los escudos de los Altamirano y el Águila de los Sedeños y columnillas de tipo balaustrada.
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