sábado, 12 de septiembre de 2009

La Unión de Consumidores cifra en 435 euros el gasto por alumno para este curso

FERNANDO G. MURIEL
Con la llegada de septiembre, vuelven las prisas y la rutina diaria del regreso al trabajo. Lo que en ocasiones, y por contraste con el disfrute de las vacaciones, produce angustia. Los escolares tienen que volver al colegio y hacer un esfuerzo para adaptarse al ritmo académico después de dos meses de asueto. Ellos también necesitan un periodo de reajuste para entrar con buen pie en el nuevo curso.
Los niños y niñas vuelven a reencontrarse con sus amigos del colegio. Montones de cosas que contarse del verano, compartir aficiones comunes, etcétera. Todo ello hace el regreso más deseado. Además, está la novedad que supone otro curso, con profesores y materiales distintos y con algunos compañeros que quizá no conocen. No hay que olvidar tampoco el beneficio que supone cambiar de actividad tras meses de ocio que al final se pueden hacer pesados.
No obstante la vuelta al colegio no es algo que hacen porque quieren, sino por obligación. Además, un cambio de ritmo como el que supone pasar de estar ocioso todo el día a padecer un horario apretado, si se realiza de un modo brusco y repentino, puede pasar factura. La pronta llegada de controles y exámenes presiona a los escolares que, en ocasiones, no tienen tiempo para adaptarse a la nueva realidad
Para muchas familias la verdadera cuesta de enero se produce en el mes de septiembre cuando, tras la vuelta de vacaciones, tienen que equipar a los pequeños de la casa de cara al nuevo curso escolar. Según los datos ofrecidos por la Unión de Consumidores de Arévalo y Comarca, U. Castilla y León, el gasto por cada niño se eleva a 434,45 euros, frente a los 411,25 euros que costaba el curso anterior. Sólo en libros de texto y material escolar el gasto es de 258,45 euros; en uniformes se gastan 100 euros, en chandals y material deportivo 62 euros, y las cuotas del ampa unos 14 euros.
Al igual que en años anteriores menos de la mitad de los morañegos reciben alguna ayuda económica y considera que la subvención que ofrece la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León no sirven para paliar los gastos ya que nunca llegan al 50% del total de los gastos que supone el inicio del curso escolar para cada niño.
Para la UCE este gasto supone un gran esfuerzo presupuestario para las familias de Arévalo y su comarca, al que hay que añadir el que un 36% de las familias tienen que hacer por tener algún hijo realizando estudios universitarios, al que hay que sumar que más en un 18% de los hogares están hipotecados, por lo que para esta organización
De igual forma l organización, conocedora de lo que supone para las familias de la comarca el esfuerzo para conseguir llegar a fin de mes y mantener una cierta calidad de vida, pide a los ayuntamientos que no suban sus tasas y precios públicos y que de hacerlo sea un punto inferior al IPC, para darle margen a las familias para poder continuar estando en nuestras ciudades castellano-leonesas.

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