FERNANDO G. MURIEL
El inicio del mes de noviembre coincide con la celebración del día de Todos los Santos, lo que en la versión anglosajona se conoce como la noche de Halloween, el día uno y el de los fieles difuntos el día dos. En Castilla y León, este día se honra a nuestros difuntos, llenándose de colorido los cementerios, con una multitud de flores de todo tipo con las que se adornan las tumbas de los seres queridos.
Uno de los paisajes más típicos de los días previos a la celebración del Día de todos los Santos en Arévalo se ve en la plaza del Arrabal. Este espacio urbano se convierte en un mercado de flores en el que muchos arevalenses y morañegos acuden para adquirir los ramos de flores que colocarán en las sepulturas y nichos donde reposan los restos de sus seres queridos.
En estos días en nuestro país se venden el sesenta por ciento de las flores que salen al mercado anualmente. Por este motivo, personas que a lo largo del año se dedican laboralmente a otras actividades, buscan una fórmula para conseguir un dinerillo extra, acudiendo a los viveros para adquirir flores y ponerlas a la venta.
No obstante las floristerías tradicionales, que todos los días del año disponen de flores para quienes quieran regalar este producto, también hacen acopio de más material, de especies de temporada como crisantemos que unen a otras flores que siempre tienen en stock. Estos establecimientos aprovechan su profesionalidad en el arte floral elaborando centros que son admirados primero en los escaparates y posteriormente en los cementerios, convirtiendo este espacio triste en verdaderos vergeles.
En estos días en nuestro país se venden el sesenta por ciento de las flores que salen al mercado anualmente. Por este motivo, personas que a lo largo del año se dedican laboralmente a otras actividades, buscan una fórmula para conseguir un dinerillo extra, acudiendo a los viveros para adquirir flores y ponerlas a la venta.
No obstante las floristerías tradicionales, que todos los días del año disponen de flores para quienes quieran regalar este producto, también hacen acopio de más material, de especies de temporada como crisantemos que unen a otras flores que siempre tienen en stock. Estos establecimientos aprovechan su profesionalidad en el arte floral elaborando centros que son admirados primero en los escaparates y posteriormente en los cementerios, convirtiendo este espacio triste en verdaderos vergeles.
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