FERNANDO G. MURIEL
Para hoy, la décimotercera edición del Certamen Nacional de Teatro "Maruchi Fresno" de Arévalo nos ofrece la comedia El Pendón Coronado de Concepción Díaz Gómez, que estará escenificada por el grupo madrileño "Teatro Estable" de Leganés.
La compañía de teatro La compañía "teatro Estable de Leganés" nace en el año 2001 en el seno de la Asociación para la promoción social de la zona sur (AnimaT.sur). Tiene entre sus objetivos representar con el máximo de profesionalidad, no renunciando a la grata labor de hacer teatro por afición; distribuir sus montajes por el mayor número de poblaciones y entidades; así como promocionar a los componentes de la compañia y a los nuevos autores españoles.
Para hoy, la décimotercera edición del Certamen Nacional de Teatro "Maruchi Fresno" de Arévalo nos ofrece la comedia El Pendón Coronado de Concepción Díaz Gómez, que estará escenificada por el grupo madrileño "Teatro Estable" de Leganés.
La compañía de teatro La compañía "teatro Estable de Leganés" nace en el año 2001 en el seno de la Asociación para la promoción social de la zona sur (AnimaT.sur). Tiene entre sus objetivos representar con el máximo de profesionalidad, no renunciando a la grata labor de hacer teatro por afición; distribuir sus montajes por el mayor número de poblaciones y entidades; así como promocionar a los componentes de la compañia y a los nuevos autores españoles.
Desde su primer montaje "El sueño de un payaso" de Santiago Gomez Valverde hasta la última producción "El Pendón coronado" de Concha Gómez la compañía Teatro Estable de Leganés ha ido ganando en prestigio y profesionalidad siendo reconocida en gran número de certámenes de ámbito nacional.
Ademán han realizado convenios con entidades penitenciarias y escuelas de adultos. Colaborando así en la promocion cultural de distintos colectivos y junto a la asociación AnimaT.sur que nos coordina, convocamos anualmente el certamen de teatro minimo AnimaT.sur
El Pendón Coronado
El Pendón coronado contradice la tan traída y llevada frase «La verdad os hará libres», porque si bien ésta última al convertirse en un fin no nos habla del medio de conseguir la tan deseada libertad, El Pendón coronado nos ofrece el modo de lograrlo a través de algo tan difícil como la risa. Por lo que podemos concluir que, los que escribieron los evangelios mudaron los términos y que, en realidad, quisieron decir: «La risa os hará libres». Y es que sólo en la risa encontramos la libertad absoluta, no la de unos o las de otros, sino la de todos.
El Pendón coronado nos muestra en tono paródico la decadencia de la corte de Luis XVI, la aparición de la Enciclopedia o el movimiento revolucionario liberal, con un lenguaje moderno expresado en versos hilarantes, llenos de juicio y verdad; todo ello convertido en un vodevil a la francesa, donde los personajes entran y salen continuamente, donde los embarazos se multiplican como panes y peces y donde la conclusión es que el ser humano es tan perecedero como los alimentos que consumimos.
Y nos hace reír y, en este gesto, tan humano, nos encontramos todos: los ricos y los pobres, los aspirantes a serviles y los serviles, los canallas, los enclaustrados, los intelectuales y los vagos. Y todos aquellos que aún siguen utilizando el término «cómico» en forma despectiva, porque no son conscientes de que la risa nos hace olvidar no sólo lo que somos, sino lo que fuimos y que, durante esos momentos, llegamos a comprender el fin último de cualquier aspiración: la felicidad.
El Pendón coronado nos muestra en tono paródico la decadencia de la corte de Luis XVI, la aparición de la Enciclopedia o el movimiento revolucionario liberal, con un lenguaje moderno expresado en versos hilarantes, llenos de juicio y verdad; todo ello convertido en un vodevil a la francesa, donde los personajes entran y salen continuamente, donde los embarazos se multiplican como panes y peces y donde la conclusión es que el ser humano es tan perecedero como los alimentos que consumimos.
Y nos hace reír y, en este gesto, tan humano, nos encontramos todos: los ricos y los pobres, los aspirantes a serviles y los serviles, los canallas, los enclaustrados, los intelectuales y los vagos. Y todos aquellos que aún siguen utilizando el término «cómico» en forma despectiva, porque no son conscientes de que la risa nos hace olvidar no sólo lo que somos, sino lo que fuimos y que, durante esos momentos, llegamos a comprender el fin último de cualquier aspiración: la felicidad.
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