FERNANDO G. MURIEL
Para UPyD Castilla y León, la toma de posiciones del sector agrario en temas como la agricultura y la ganadería ecológicas y las marcas de calidad han demostrado que falta la base de “educación del consumidor” para convertirse en una realidad dentro del mercado diario español. En este campo, es necesaria una mayor implicación por parte de las Administraciones Públicas para que estas actividades comerciales, que en otros países copan ya entre un 20 y un 60% de los productos agrícolas-ganaderos, constituyan una alternativa para el campo español.
El reparto proporcional en la cadena de valor de este sector es de 55-60% para la comercialización y distribución, 15% para factores que se requieren en la producción y un 25-30% para el productor agrario, en el mejor de los casos. La parte del pastel del 55-60% de distribución podría verse reducida en beneficio del productor al aplicar nuevas técnicas de comercialización.
Otra laguna en la comercialización agraria es la falta de gestores agrarios que conozcan en profundidad nuestros productos, el mercado a quien tienen que dirigirlos y las nuevas tecnologías que ayuden a su distribución; esta es una actividad a tener en cuenta para ofrecer alternativas de empleo a jóvenes del medio rural.
Actualmente, las nuevas técnicas competitivas de comercialización agrícola pasan por la venta directa en tiendas colectivas gestionadas directamente por agrupaciones de productores, la venta directa en internet desde el productor al consumidor, y la atención a los nuevos circuitos de distribución que potencien la relación directa consumidor-productor. Además, resulta imprescindible una mayor implicación de las Administraciones, principalmente regionales y locales, en apoyo de la comercialización directa y el desarrollo de productos de marketing innovadores.
Además, para UPyD Castilla y León es imprescindible, en el ámbito de todos los acuerdos preferenciales vigentes y futuros, la exigencia de “medidas de efecto equivalente” para todos los productos agrarios que entren en la UE procedentes de terceros países, tanto en materia de bienestar animal, como en trazabilidad del producto, salud pública, salud animal, OMG (organismos modificados genéticamente o transgénicos) o cualquier otro aspecto exigido por el acervo comunitario.
El reparto proporcional en la cadena de valor de este sector es de 55-60% para la comercialización y distribución, 15% para factores que se requieren en la producción y un 25-30% para el productor agrario, en el mejor de los casos. La parte del pastel del 55-60% de distribución podría verse reducida en beneficio del productor al aplicar nuevas técnicas de comercialización.
Otra laguna en la comercialización agraria es la falta de gestores agrarios que conozcan en profundidad nuestros productos, el mercado a quien tienen que dirigirlos y las nuevas tecnologías que ayuden a su distribución; esta es una actividad a tener en cuenta para ofrecer alternativas de empleo a jóvenes del medio rural.
Actualmente, las nuevas técnicas competitivas de comercialización agrícola pasan por la venta directa en tiendas colectivas gestionadas directamente por agrupaciones de productores, la venta directa en internet desde el productor al consumidor, y la atención a los nuevos circuitos de distribución que potencien la relación directa consumidor-productor. Además, resulta imprescindible una mayor implicación de las Administraciones, principalmente regionales y locales, en apoyo de la comercialización directa y el desarrollo de productos de marketing innovadores.
Además, para UPyD Castilla y León es imprescindible, en el ámbito de todos los acuerdos preferenciales vigentes y futuros, la exigencia de “medidas de efecto equivalente” para todos los productos agrarios que entren en la UE procedentes de terceros países, tanto en materia de bienestar animal, como en trazabilidad del producto, salud pública, salud animal, OMG (organismos modificados genéticamente o transgénicos) o cualquier otro aspecto exigido por el acervo comunitario.
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