“El Fandi” con tres orejas, triunfador de la corrida de Arévalo y es el único en abrir la puerta grande de la Plaza de Toros

Feria de San Vitorino Mártir. Ganadería: Seis toros de Carmen Segovia. Toreros: Morante de la Puebla (silencio y oreja), David Fandilla “El Fandi”( oreja y dos orejas), Cayetano (ovación y silencio). Entrada: Lleno de No hay billetes en tarde soleada y con una temperatura agradable.
FERNANDO G. MURIEL
David Fandilla Morante de la Puebla, David Fandila “El Fandi” y Cayetano colgaron el cartel de no hay billetes en la corrida que inauguraba ayer en Arévalo la Feria de san Vitorino Mártir. A pesar de coincidir el festejo con el partido de cuartos de final del mundial de fútbol que enfrenta a España contra Paraguay, el coso arevalense se ha llenado a rebosar para contemplar un espectáculo en el que se lidiaron toros de Carmen Segovia que aunque de buena presencio ofrecieron un juego muy desigual, y en el que “El Fandi”, con tres orejas fue el triunfador de la tarde y el único de la terna que salió por la puerta grande.
Morante de la Puebla abrió plaza con un toro pequeño con el que no pudo lucirse ya que un fuerte puyazo y una posterior voltereta acabaron con el animal. En el cuarto de la tarde, aunque el toro no derrochó clase precisamente, por su embestida descompuesta, el de La Puebla del Río hizo un gran esfuerzo y en el momento en el que el astado embistió, el torero brilló con la mano derecha, lo que le hizo conseguir el apéndice.
Por su parte, El Fandi cortó la primera oreja del segundo al que saludó con lucimiento, quitó por delantales y banderilleó con espectacularidad. Conectó con un público con ganas de divertirse en la faena. El granadino supo ver que podía sacar un mejor juego al morlaco por la derecha, y así se mantuvo hasta que hasta que el animal empezó a defenderse, y cuando el se consumió, lo exprimió hasta el límite. En el quinto quitó por tafalleras, puso un ajustado par por los adentros y otro al violín en un emocionante tercio de banderillas que levantó al público. Comenzó el trasteo por alto y con la derecha instrumentó series de calidad al toro de mejor condición. Tras un final en redondo y una estocada tendida pero efectiva consiguió los dos apéndices.
Cayetano pechó primero con un toro suelto de las telas en los primeros compases que se rajó a la tercera tanda, aunque consiguió agradar al respetable con una tanda de derechazos. Al sexto, abanto de salida y sin fuerza ni fondo luego, le costaba un mundo repetir las embestidas y el madrileño no pudo hacer faena de un animal que no quería embestir.