FERNANDO G. MURIEL
La Alianza por la Unidad del Campo, COAG y UPA, exige a las industrias lácteas que operan en nuestra región que incrementen el precio de la leche ya para las entregas del mes de agosto. Esta petición responde al anuncio por parte de dichas empresas de subir la leche a partir del mes de septiembre, anuncio que se realiza en un contexto de subidas generalizadas del precio en los mercados europeo e internacional, pero que aquí no se han aplicado todavía.
Resulta totalmente injustificado que las industrias pretendan seguir “haciendo caja” a costa de los ganaderos, retrasando varios meses la recuperación del precio, justamente lo contrario de lo que ocurre en los países de nuestro entorno, en los que desde el mes de abril se vienen registrando subidas hasta llegar, en el mes de julio pasado, al tercer precio más alto de la década. Lo anterior viene avalado por los datos de EUROSTAT y la Comisión Europea, según los cuales, el precio de la leche en España es un 3,6 % inferior a la media europea, y un 4 % inferior a la francesa. Así, mientras en el mes de junio en Francia se registró una subida del 6 % respecto al mes anterior, en España se registró una nueva bajada.
Lo anterior resulta más intolerable si tenemos en cuenta que muchas industrias se están abasteciendo con leche importada; las cuentas no salen: si pagan más por la materia prima en el país de origen y se suman los costes del transporte, ¿cómo es posible encontrar leche foránea más barata que la producida aquí? Posiblemente la respuesta haya que buscarla en los acuerdos tácitos y prácticas poco transparentes de las empresas, con el objetivo último de desmantelar definitivamente el sector productor y controlar absolutamente el mercado español, una vez que las empresas más importantes tienen mayoritariamente capital francés. Y todo ello con el consentimeinto de la administraciones, que no ejercen un control efectivo sobre la leche importada.
Recordemos que en España sólo se produce alrededor del 65 % de los 10 millones de toneladas que se consumen anualmente, por lo que resulta aún más inexplicable que, en un país deficitario, la leche importada a mayor precio hunda el mercado interno.
Por otra parte, UPA y COAG de Castilla y León consideran una actuación desafortunada de determinadas empresas el "desplante" hacia la interprofesional láctea (INLAC) al no acudir a la reunión convocada ayer. Con actitudes como ésta no parecen muy dispuestas a llegar a ningún tipo de acuerdo con el sector productor, situación que de confirmarse llevará a nuestras organizaciones a plantear las actuaciones necesarias para afrontar la insostenible situación de los productores de leche de nuestra región.
La Alianza por la Unidad del Campo, COAG y UPA, exige a las industrias lácteas que operan en nuestra región que incrementen el precio de la leche ya para las entregas del mes de agosto. Esta petición responde al anuncio por parte de dichas empresas de subir la leche a partir del mes de septiembre, anuncio que se realiza en un contexto de subidas generalizadas del precio en los mercados europeo e internacional, pero que aquí no se han aplicado todavía.
Resulta totalmente injustificado que las industrias pretendan seguir “haciendo caja” a costa de los ganaderos, retrasando varios meses la recuperación del precio, justamente lo contrario de lo que ocurre en los países de nuestro entorno, en los que desde el mes de abril se vienen registrando subidas hasta llegar, en el mes de julio pasado, al tercer precio más alto de la década. Lo anterior viene avalado por los datos de EUROSTAT y la Comisión Europea, según los cuales, el precio de la leche en España es un 3,6 % inferior a la media europea, y un 4 % inferior a la francesa. Así, mientras en el mes de junio en Francia se registró una subida del 6 % respecto al mes anterior, en España se registró una nueva bajada.
Lo anterior resulta más intolerable si tenemos en cuenta que muchas industrias se están abasteciendo con leche importada; las cuentas no salen: si pagan más por la materia prima en el país de origen y se suman los costes del transporte, ¿cómo es posible encontrar leche foránea más barata que la producida aquí? Posiblemente la respuesta haya que buscarla en los acuerdos tácitos y prácticas poco transparentes de las empresas, con el objetivo último de desmantelar definitivamente el sector productor y controlar absolutamente el mercado español, una vez que las empresas más importantes tienen mayoritariamente capital francés. Y todo ello con el consentimeinto de la administraciones, que no ejercen un control efectivo sobre la leche importada.
Recordemos que en España sólo se produce alrededor del 65 % de los 10 millones de toneladas que se consumen anualmente, por lo que resulta aún más inexplicable que, en un país deficitario, la leche importada a mayor precio hunda el mercado interno.
Por otra parte, UPA y COAG de Castilla y León consideran una actuación desafortunada de determinadas empresas el "desplante" hacia la interprofesional láctea (INLAC) al no acudir a la reunión convocada ayer. Con actitudes como ésta no parecen muy dispuestas a llegar a ningún tipo de acuerdo con el sector productor, situación que de confirmarse llevará a nuestras organizaciones a plantear las actuaciones necesarias para afrontar la insostenible situación de los productores de leche de nuestra región.
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