La Consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, visitó ayer en la localidad de Nava de Arévalo las obras de transformación en regadío y concentración parcelaria y que se están llevando a cabo en la zona regable del Adaja, una infraestructura que permite incrementar la productividad y rentabilidad de las explotaciones agrarias, y para la que la Consejería está realizando una inversión de 50 millones de euros, que estará funcionando a pleno rendimiento en la campaña de 2011.
La transformación en regadío de esta zona regable era una demanda de los agricultores de la Tierra de Arévalo que venían regando del acuífero de los Arenales. Los problemas de sobreexplotación del acuífero motivaron la necesidad de transformar en regadío la zona a través de la utilización de las aguas invernales del río Adaja.
Las obras realizadas en esta zona han consistido en la transformación en regadío de más de 6.500 hectáreas. De las cuales, 3.190 están en funcionamiento y el resto comenzarán a regar en la próxima campaña. De igual forma ha sido necesario una nueva concentración parcelaria que ha afectado a un total de 11.760 hectáreas de 1.143 propietarios que han pasado de tener 4.814 parcelas a 1.789.
Clemente manifestó que con la transformación de la nueva zona regable se van a conseguir varios objetivos, como el aumento de la producción y la mejorar de la renta de las explotaciones. Así según los cálculos realizados por la Consejería, una hectárea de regadío genera un beneficio neto 4,4 veces superior al de una hectárea de secano.
De igual forma la consejera aseguró que esta infraestructura supone una aportación al Desarrollo Rural, ya que debido a que el potencial de trabajo de una hectárea de regadío triplica al del secano, se contribuye a fijar y mantener la población, en una zona que en los últimos años se estaba despoblando. De hecho ha afirmado que la densidad de población en las zonas de regadío es de 25 personas por kilómetro cuadrado, mientras que en las de secano es de 10.
Otra ventaja del nuevo sistema de riego es la reducción de los costes de energía en más de un cincuenta por ciento. De igual forma este sistema de regadío supone un descenso de hasta un 40 por ciento el consumo de agua, frente al que se está usando en la zona lo que repercute en una gestión medioambientalmente sostenible.
Los cultivos más extendidos en la zona regable de la Tierra de Arévalo son los cereales de invierno con 2.777 hectáreas, lo que supone el 58% de la superficie, le siguen 318 hectáreas la remolacha con el siete por ciento, y ya en menor medida las hortalizas con el cinco por ciento, el maíz con un tres por ciento y la patata con el dos por ciento de la superficie total.
Castilla y León, cuenta con 435.000 hectáreas, si bien la Región riega únicamente el 8% de su superficie agraria útil frente al 14% de media a nivel nacional, lo que marca las políticas del Gobierno Regional en cuanto al impulso en la transformación y modernización de los regadíos de la Comunidad.
Dentro de los objetivos de este marco de programación europea 2007/2013 la Consejería de Agricultura y Ganadería se ha marcado como meta el modernizar 70.000 hectáreas de regadíos existentes y la ejecución de 50.000 hectáreas de nuevos regadíos, objetivos cumplidos en 30.417 hectáreas y 21.802 hectáreas respectivamente.
La puesta en riegos en esta campaña de los denominados sectores I y IV del regadío del Adaja se unen a otros 15 regadíos que también han entrado en funcionamiento en esta campaña y que han permitido la puesta en riego de más de 27.000 hectáreas en Castilla y León.
La transformación en regadío de esta zona regable era una demanda de los agricultores de la Tierra de Arévalo que venían regando del acuífero de los Arenales. Los problemas de sobreexplotación del acuífero motivaron la necesidad de transformar en regadío la zona a través de la utilización de las aguas invernales del río Adaja.
Las obras realizadas en esta zona han consistido en la transformación en regadío de más de 6.500 hectáreas. De las cuales, 3.190 están en funcionamiento y el resto comenzarán a regar en la próxima campaña. De igual forma ha sido necesario una nueva concentración parcelaria que ha afectado a un total de 11.760 hectáreas de 1.143 propietarios que han pasado de tener 4.814 parcelas a 1.789.
Clemente manifestó que con la transformación de la nueva zona regable se van a conseguir varios objetivos, como el aumento de la producción y la mejorar de la renta de las explotaciones. Así según los cálculos realizados por la Consejería, una hectárea de regadío genera un beneficio neto 4,4 veces superior al de una hectárea de secano.
De igual forma la consejera aseguró que esta infraestructura supone una aportación al Desarrollo Rural, ya que debido a que el potencial de trabajo de una hectárea de regadío triplica al del secano, se contribuye a fijar y mantener la población, en una zona que en los últimos años se estaba despoblando. De hecho ha afirmado que la densidad de población en las zonas de regadío es de 25 personas por kilómetro cuadrado, mientras que en las de secano es de 10.
Otra ventaja del nuevo sistema de riego es la reducción de los costes de energía en más de un cincuenta por ciento. De igual forma este sistema de regadío supone un descenso de hasta un 40 por ciento el consumo de agua, frente al que se está usando en la zona lo que repercute en una gestión medioambientalmente sostenible.
Los cultivos más extendidos en la zona regable de la Tierra de Arévalo son los cereales de invierno con 2.777 hectáreas, lo que supone el 58% de la superficie, le siguen 318 hectáreas la remolacha con el siete por ciento, y ya en menor medida las hortalizas con el cinco por ciento, el maíz con un tres por ciento y la patata con el dos por ciento de la superficie total.
Castilla y León, cuenta con 435.000 hectáreas, si bien la Región riega únicamente el 8% de su superficie agraria útil frente al 14% de media a nivel nacional, lo que marca las políticas del Gobierno Regional en cuanto al impulso en la transformación y modernización de los regadíos de la Comunidad.
Dentro de los objetivos de este marco de programación europea 2007/2013 la Consejería de Agricultura y Ganadería se ha marcado como meta el modernizar 70.000 hectáreas de regadíos existentes y la ejecución de 50.000 hectáreas de nuevos regadíos, objetivos cumplidos en 30.417 hectáreas y 21.802 hectáreas respectivamente.
La puesta en riegos en esta campaña de los denominados sectores I y IV del regadío del Adaja se unen a otros 15 regadíos que también han entrado en funcionamiento en esta campaña y que han permitido la puesta en riego de más de 27.000 hectáreas en Castilla y León.
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