viernes, 28 de noviembre de 2008

Hoy se presenta el libro "La Causa Conversa" que trata sobre el jurista arevalense del S XV Alonso Díaz de Montalvo

FERNANDO G. MURIEL
Esta noche, a partir de las 20.00 horas, la Casa del Concejo será el escenario de la presentación del libro "La Causa Conversa" un libro que además de traducir del latín cinco siglos después esta obra que el jurista arevalense Alonso Díaz de Montalvo, realizó con motivo de la revuelta que se desarrolló en Toledo contra los judíos conversos en 1449, relata la biografía del copilador de las leyes en la época de los Reyes Católicos, además de comentar la obra del ilustre arevalense.
El libro, escrito por la latinista Matilde Conde Salazar; el jurista Antonio Pérez Martín y el experto en Cultura hebrea Carlos del Valle Rodríguez ha sido editado por la Asociación Hispana de Estudios Hebraicos en colaboración con el Ayuntamiento de Arévalo, y forma parte de la colección España Judía, Serie Conversos.
Para la teniente de alcalde responsable del área de Cultura del Ayuntamiento de Arévalo, la colaboración municipal en esta iniciativa se realiza para dar a conocer la figura de este prestigios legislador nacido en nuestra ciudad que a pesar de ser reconocido entre los profesionales del derecho por su importancia como jurista y de estudiarse su obra en todas las facultades de derecho, es un gran desconocido para el público en general y para los arevalenses en particular.
Biografía
Alonso Díaz de Montalvo nace en Arévalo en 1405, en el seno de la familia de uno de sus cinco linajes. Trasladado a la localidad conquense de Huete, donde vive la mayoría de su vida y fallece en 1499 por el destino judicial de su padre, allí arraigó la familia. Estudiante de Derecho civil y canónico en Lérida y Salamanca donde, muy viejo, se graduó, había desempeñado los corregimientos de Baza y Murcia, y el cargo de juez pesquisidor en Madrid, donde dictó importantes sentencias, hasta llegar a la Audiencia y el Consejo Real. Su labor literaria, como compilador y comentarista del Derecho regio castellano, la realizó en avanzada edad, retirado en Huete.
En Sevilla, 1477, aparece su Compendium manuale o Repertorium que comprende 539 voces de Derecho canónico, por orden alfabético, en las que sigue al abad Panormitano. En Salamanca, 1485, una Secunda compilatio legum el ordinationum regni Castelle, de objeto análogo, sobre el Derecho real, obra destinad, a preparar la recopilación ordenada por Enrique IV en las cortes de 1458.En las de Toledo de 1480, los Reyes Católicos le ordenaron compilar las leyes, ordenanzas y pragmáticas, junto con las leyes más usadas del Fuero Real. En 1484 publicó, en efecto, una Compilación de leyes, conocida como Ordenamiento de Montalvo, que desde la edición de 1490, ostentó el título de Ordenanzas reales por las cuales primeramente se han de librar los pleitos. No consta que fuera promulgada por los reyes, y algunos juristas le negaron su valor oficial, pero fue utilizada como libro de Derecho, adquirida y conservada por los concejos, de orden del rey, como se demuestra en los de Escalona, Vitoria y Valladolid; reimpresa más de 30 veces, fue sustituida por la Nueva Recopilación de 1567. Censurada por la inmediata posteridad a causa de las omisiones, mutilaciones y arreglos a que sometió a sus fuentes, «corruptas y no bien sacadas», según la petición 56 de las Cortes de 1523, fue un primer intento de poner orden en la profusa legislación castellana.
Como un complemento a la glosa de Arias de Balboa al Fuero Real, presentó el autor su propio comentario, compuesto «entre fatigosas ocupaciones y los tempestuosos mareos curiales»; impreso a fines del siglo XV en Toulouse, en Salamanca en el 1500, en su prólogo defiende hábilmente la tarea del intérprete, que estaba prohibida por las leyes; en su texto intercala ocho opúsculos sobre el consejo del rey, la desobediencia al mismo, el método de estudio, el proceso criminal contra el ausente, el matrimonio, la potestad del Príncipe y del Papa, la unidad de la fe en favor de los conversos y la conversación con las mujeres.
Su obra de más aliento fue quizá la edición de Las Partidas publicada en Sevilla en 1491, con las concordancias y remisiones al Derecho nuevo; la reimpresión de Venecia, 1501, contenía también la glosa del autor a las leyes, terminada en 1492; fue tenida como texto auténtico, en sus sucesivas ediciones, hasta la de 1550, y última, porque en 1555 ganó el favor oficial una nueva edición con la glosa de Gregorio López. Fue un jurista de antiguo estilo, muy adicto,a los reyes, limitado y fiel.

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