FERNANDO G. MURIEL
Los servicios técnicos de UPA en la región están detectando en estas últimas semanas que las prácticas agronómicas de la mayoría de agricultores en Castilla y León en plena época de sementera han cambiado, de forma excepcional, respecto a lo que se hacía en campañas pasadas, ante el precio abusivo de los abonos.
Según hemos podido constatar en las oficinas comarcales abiertas en las nueve provincias de la región, los cerealistas siguiendo el consejo de UPA, han reducido drásticamente el consumo de fertilizantes de sementera, debido a los precios escandalosos que siguen imponiendo las empresas distribuidoras. Las estimaciones de UPA apuntan a que un 80 % de cerealistas en Castilla y León no los están aplicando.
A pesar de que sigue habiendo un porcentaje pequeño de agricultores que han abonado como lo han hecho otros años, sin embargo la mayoría se han visto en la obligación de sembrar tan sólo lo necesario, suprimir el uso de fertilizantes, o incluso decantarse por cultivos que no necesitan abonado.
UPA considera inmoral que a pesar de que las materias primas, como el gas natural, hayan bajado de precio sustancialmente en las últimas semanas, aún hoy los fertilizantes no hayan visto rebajado su precio. Resulta más lamentable aún escuchar cómo justifican algunos de los responsables de las empresas de fertilizantes de nuestro país el porqué no se han ajustado aún a la baja los precios de los abonos.
En todo caso en un año como éste marcado por una descomunal subida de los costes de producción, la caída del consumo de los fertilizantes en Castilla y León va a ser histórica, y se va a situar a niveles no conocidos sobre todo en los últimos años.
En este sentido, esta misma semana la dirección de la fábrica salmantina Mirat se ha visto obligada a cerrar ante la nula venta de fertilizantes, tal y como han confirmado sus responsables.
La organización sigue llamando a la prudencia a los agricultores a la hora de utilizar los abonos en base a los desorbitados y desajustados precios que siguen imponiendo las empresas, a pesar de que sus almacenes se encuentran repletos y de momento sin salida ante el abuso que quieren seguir imponiendo a los productores.
Por este motivo, UPA solicita a la industria que recapacite y que marque de inmediato un punto de inflexión a partir del cual rebaje sustancialmente los precios. Los agricultores por su parte, van a seguir mirando con lupa los costes de su explotación para que las pérdidas económicas no se conviertan en incalculables y originen su ruina.
Según hemos podido constatar en las oficinas comarcales abiertas en las nueve provincias de la región, los cerealistas siguiendo el consejo de UPA, han reducido drásticamente el consumo de fertilizantes de sementera, debido a los precios escandalosos que siguen imponiendo las empresas distribuidoras. Las estimaciones de UPA apuntan a que un 80 % de cerealistas en Castilla y León no los están aplicando.
A pesar de que sigue habiendo un porcentaje pequeño de agricultores que han abonado como lo han hecho otros años, sin embargo la mayoría se han visto en la obligación de sembrar tan sólo lo necesario, suprimir el uso de fertilizantes, o incluso decantarse por cultivos que no necesitan abonado.
UPA considera inmoral que a pesar de que las materias primas, como el gas natural, hayan bajado de precio sustancialmente en las últimas semanas, aún hoy los fertilizantes no hayan visto rebajado su precio. Resulta más lamentable aún escuchar cómo justifican algunos de los responsables de las empresas de fertilizantes de nuestro país el porqué no se han ajustado aún a la baja los precios de los abonos.
En todo caso en un año como éste marcado por una descomunal subida de los costes de producción, la caída del consumo de los fertilizantes en Castilla y León va a ser histórica, y se va a situar a niveles no conocidos sobre todo en los últimos años.
En este sentido, esta misma semana la dirección de la fábrica salmantina Mirat se ha visto obligada a cerrar ante la nula venta de fertilizantes, tal y como han confirmado sus responsables.
La organización sigue llamando a la prudencia a los agricultores a la hora de utilizar los abonos en base a los desorbitados y desajustados precios que siguen imponiendo las empresas, a pesar de que sus almacenes se encuentran repletos y de momento sin salida ante el abuso que quieren seguir imponiendo a los productores.
Por este motivo, UPA solicita a la industria que recapacite y que marque de inmediato un punto de inflexión a partir del cual rebaje sustancialmente los precios. Los agricultores por su parte, van a seguir mirando con lupa los costes de su explotación para que las pérdidas económicas no se conviertan en incalculables y originen su ruina.
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