viernes, 15 de abril de 2011

Arévalo contará con siete procesiones en Semana Santa para conmemorar la muerte y pasión de Jesús

FERNANDO G. MURIEL
Organizada por la cofradía de la Santa Vera Cruz y la de Nuestra Señora de las Angustias, las procesiones de la Semana Santa de Arévalo se caracterizan por la devoción que a lo largo de los años han caracterizado los desfiles que darán comienzo hoy Viernes de Dolores, con el “Vía Matris”, y que concluirán el Domingo de Resurrección, con la procesión de “El Encuentro”.
En la procesión de esta noche, los cofrades de la Vera Cruz, acompañan a la imagen de la Virgen por la Plaza de la Villa, en el acto del Vía Matris. Se trata de una procesión muy silente, que recuerda a los desfiles medievales tanto por el marco en el que tiene lugar el desfile como por su fervor, sólo roto por los cánticos de los fieles, las carracas y el sonido de los faroles que portan los cofrades ataviados con sus túnicas.

El Domingo de Ramos, después de la bendición de los ramos en la Plaza de la Villa, los miembros de la cofradía de la Vera Cruz, uniformados con sus túnicas se trasladan en procesión con el paso de “La Borriquilla” hasta la parroquia de Santo Domingo de Silos donde participan en la misa mayor. Finalizada la eucaristía, la procesión que rememora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén continúa hasta la iglesia del Salvador donde tiene su final.
Una de las procesiones más bonitas es la que se celebra en la noche del Miércoles Santo. Se trata del desfile del Miserere. Esta recorre la antigua morería de la ciudad. Se inicia en la iglesia del Salvador. Allí los cofrades sacan las andas los pasos del Cristo de la Fe y de la Virgen de las Angustias para trasladar el primero hasta la parroquia de San Juan. Tiene lugar a las once de la noche y tras recorrer la plaza del Salvador, y las calles del Capitán Luís Vara, San Francisco, Larga, Figones, Principal de la Morería, al llegar al templo de la calle San Juan la coral “La Moraña” canta el Miserere que da nombre al desfile. Tras depositar el Paso en la iglesia, la procesión con la imagen mariana continúa por la calle de San Juan, Plaza del Arrabal, calle Caldereros hasta llegar de nuevo a la iglesia de El Salvador, donde tiene su fin.

El Jueves Santo se organiza la Procesión de los Pasos, en la que salen a las calles de Arévalo las imágenes, la oración en el huerto, el beso de Judas, la Virgen Dolorosa y el Niño Jesús Nazareno. Las tres primeras tallas datan del año 1940 y entre ellas se encuentra la más pesada, la Verónica, que es llevada a hombros por doce cofrades. Ese mismo día, cuando ya ha caído el sol, se celebra la Hora Santa en la iglesia de Santo Domingo de Silos. Este desfile parte a las nueve de la noche de la iglesia del Salvador, recorre la calle del Capitán Luís Vara, las plazas de San Francisco y Fray Juan Gil para adentrarse en la avenida de Emilio Romero hasta llegar ala calle del Teso Nuevo, donde continúa por Paneras del Rey hasta alcanzar el paseo de la Alameda donde tras llegar de nuevo a la plaza de Fray Juan Gil, sigue el camino hasta finalizar en la iglesia del Salvador.

Viernes Santo


La mañana del Viernes Santo tiene lugar el tradicional “Vía Crucis”, que recorre las catorce estaciones en las que se narra la pasión de Jesús, y que en la ciudad de Arévalo está enmarcado por un carácter medieval, ya que la procesión, en la que los cofrades de la Santa Vera Cruz portan el paso del Cristo de la Fe, recorre el perímetro de la antigua ciudad amurallada. Los fieles inician pasadas las ocho de la mañana el desfile procesional, que partiendo de la iglesia de San Juan, con el paso del Cristo de la Fe, llega hasta la iglesia del Salvador a las dos horas, procesionando por lugares tan emblemáticos como la iglesia de San Miguel, el majestuoso Puente de Medina, el Castillo mudéjar, las emblemáticas casonas de la plaza de la Villa, las torres gemelas de la iglesia de San Martín. El fervor, las promesas y la tradición son las tres razones que impulsan a los penitentes a madrugar en un día festivo para acompañar la procesión más larga de la Semana Santa, detiene su paso en cada una de las catorce estaciones, marcadas por cruces de madera que perfilan su sombra sobre edificios del Arévalo más antiguo. Ese mismo día al anochecer se celebra la Procesión del Silencio o del Santo Entierro en la que desfilan los pasos del Cristo Amarrado a la Columna, el de la Buena Muerte, el Santo Sepulcro, la Virgen de las Angustias, la Santa Vera Cruz y el Niño Jesús Nazareno que portan los más pequeños. Esta procesión parte a las nueve de la noche de a iglesia de El Salvador y atraviesa las calle de Caldereros, plaza del Arrabal, Arco Alcocer, Plaza del Real, para luego volver tras sus pasos hasta llegar a la iglesia de El Salvador donde concluye. El Domingo de Resurrección, a las doce de la mañana, hora del Ángelus los varones de la cofradía y desde la iglesia de El Salvador portan la imagen de Jesús Resucitado. A la misma hora las cofrades sacan la imagen de la Virgen del Encuentro desde la iglesia de Santa María. Los dos pasos se encuentran en la Plaza del Arrabal, frente al Arco Alcocer, donde el manto de luto negro que lleva la imagen de la Madre de Dios se la retira para que luzca uno blanco, realizado con la tela de un vestido de novia que donado por una devota. Las dos imágenes después del encuentro, ya desfilan juntos hasta la parroquia de Santo Domingo, donde presiden la Misa Mayor, para una vez finalizada esta continuar la procesión desde este templo hasta la iglesia de El Salvador donde llega a su fin.

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