miércoles, 13 de mayo de 2009

La Alhóndiga de Arévalo pide la limpieza y adecuación del cauce y riberas del río Arevalillo a su paso por la ciudad

FERNANDO G. MURIEL
La asociación de cultura y patrimonio La Alhóndiga de Arévalo ha remitido una carta a la Confederación Hidrográfica del Duero, así como al Ayuntamiento en la que solicita que se efectúen con cargo a los presupuestos anuales de la entidad estatal los trabajos necesarios de limpieza y adecuación del cauce del río Arevalillo en la zona comprendida entre el puente de la calle de los Lobos y la desembocadura de este con el Adaja, en el paraje popularmente conocido como “la junta”, y que se sitúa detrás del castillo.
Para ello, desde la asociación se ha elaborado un estudio detallado en el que se puede ver un documento fotográfico que forma parte del informe general y en el cual se pone en evidencia el estado en que dicho cauce se encuentra y la necesidad de efectuar una actuación de limpieza general y adecuación del tramo indicado haciendo especial hincapié en los entornos del Molino Valencia y de los puentes de los Barros y de Medina, e insistiendo de igual forma en la necesidad de sanear las alamedas en ambas márgenes del río.
En el planteamiento general elaborado por La Alhóndiga de Arévalo se incluye la petición de que los trabajos de limpieza y acondicionamiento del cauce y las márgenes del río se efectúen con personal laboral procedente de esta ciudad de forma que se ayude a paliar el desempleo sobrevenido en los últimos meses por la importante caída del sector de la construcción que ha dejado a un gran número de familias en paro en Arévalo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Más vale que esos costos que supondría la limpieza de los ríos la invirtieran en que no se caigan las casas de ambas murallas del arevalillo o ese señor en la parte del adaja. O también en arreglra las calles de baches, que yo pago unos impuestos carísimos y da hasta miedo conducir por las calles de Arávalo.

Anónimo dijo...

serían gastos inecesarios, que lo empleen en el alcantarillado que cada vez que llueve en condiciones se inundan las calles del pueblo y tienen que achicarlas con una autobomba.