FERNANDO G. MURIEL
La Junta de Castilla y León ha comenzado una campaña para informar a los usuarios abulenses de la normativa que regula la seguridad industrial con el fin de que no se produzcan accidentes en las instalaciones de gas y calefacción domésticas.
Aunque las instalaciones domésticas de gas son seguras, eficientes y poco contaminantes, en ocasiones se producen accidentes por explosiones o, con más frecuencia, por intoxicaciones de gas monóxido de carbono producido por malas condiciones de ventilación o defectos en la combustión de los aparatos, principalmente calderas para usos de calefacción y agua caliente.
Para evitar este tipo de accidentes, la Consejería de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León está informando a los usuarios de la necesidad de inspeccionar y revisar las instalaciones receptoras de gas y calefacción domésticas.
Entre las obligaciones de los usuarios se encuentra la necesidad de efectuar las revisiones e inspecciones periódicas reglamentarias. Las instalaciones que deben ser inspeccionadas o revisadas son las existentes en edificios de viviendas para uso residencial, tanto las realizadas en zonas comunes de los edificios como en el interior de las viviendas.
Dentro de la modalidad de suministro se pueden distinguir las instalaciones suministradas por canalización, redes de gas natural propiedad de las empresas distribuidoras en Ávila, Arévalo y Las Navas del Marqués, y en menor número urbanizaciones con depósito común de GLP (propano) y redes de distribución hasta acometidas a las viviendas.
Y por otro lado, las instalaciones de GLP (butano y propano) suministradas desde envases móviles, también conocidas como “botellas”.
Las instalaciones de gas deben inspeccionarse por las empresas distribuidoras cada cinco años, en el caso de suministro por canalización, y por los propios usuarios, también cada cinco años y utilizando para ello los servicios de una empresa instaladora de gas, en los suministros que no sean por canalización (botellas o tanques GLP). En cuanto a las instalaciones de calefacción, deben ser revisadas todos los años por una empresa mantenedora de calefacción, siendo los titulares responsables de que estas revisiones se realicen.
Las empresas instaladoras y mantenedoras tienen que cumplir una serie de obligaciones entre las que destacan la realización de las pruebas reglamentarias y extender el correspondiente certificado de la instalación para que se puede poner en servicio; la entrega al usuario de la documentación de su instalación y las correspondientes instrucciones de uso o realizar la revisión de gas cada cinco años a petición del titular para las instalaciones que no se suministren por calefacción.
Desde la Junta de Castilla y León se quiere transmitir a los usuarios de instalaciones de gas una serie de consejos útiles como usar las instalaciones de acuerdo con las instrucciones recibidas de la empresa instaladora; no cerrar bajo ningún concepto las rejillas de entrada de gas; debe existir un dispositivo de enclavamiento que impida que las calderas y calentadores de gas pueden funcionar a la vez que los extractores de humo de las cocinas; ante cualquier anomalía requerir los servicios de una empresa instaladora de gas o los servicios de asistencia técnica de la caldera.
Además de estas actuaciones, la Junta de Castilla y León ha venido realizando en los últimos años otra serie de actividades dirigidas, principalmente, a la formación e información a los instaladores en colaboración con las asociaciones provinciales de instaladores y con su federación FEINCAL. También ha tratado de fomentar la sustitución de calderas de gas atmosféricas por calderas estancadas. Con el cambio de instalación se evitan las intoxicaciones y, además, se consigue una mejor eficacia energética.
La Junta de Castilla y León ha comenzado una campaña para informar a los usuarios abulenses de la normativa que regula la seguridad industrial con el fin de que no se produzcan accidentes en las instalaciones de gas y calefacción domésticas.
Aunque las instalaciones domésticas de gas son seguras, eficientes y poco contaminantes, en ocasiones se producen accidentes por explosiones o, con más frecuencia, por intoxicaciones de gas monóxido de carbono producido por malas condiciones de ventilación o defectos en la combustión de los aparatos, principalmente calderas para usos de calefacción y agua caliente.
Para evitar este tipo de accidentes, la Consejería de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León está informando a los usuarios de la necesidad de inspeccionar y revisar las instalaciones receptoras de gas y calefacción domésticas.
Entre las obligaciones de los usuarios se encuentra la necesidad de efectuar las revisiones e inspecciones periódicas reglamentarias. Las instalaciones que deben ser inspeccionadas o revisadas son las existentes en edificios de viviendas para uso residencial, tanto las realizadas en zonas comunes de los edificios como en el interior de las viviendas.
Dentro de la modalidad de suministro se pueden distinguir las instalaciones suministradas por canalización, redes de gas natural propiedad de las empresas distribuidoras en Ávila, Arévalo y Las Navas del Marqués, y en menor número urbanizaciones con depósito común de GLP (propano) y redes de distribución hasta acometidas a las viviendas.
Y por otro lado, las instalaciones de GLP (butano y propano) suministradas desde envases móviles, también conocidas como “botellas”.
Las instalaciones de gas deben inspeccionarse por las empresas distribuidoras cada cinco años, en el caso de suministro por canalización, y por los propios usuarios, también cada cinco años y utilizando para ello los servicios de una empresa instaladora de gas, en los suministros que no sean por canalización (botellas o tanques GLP). En cuanto a las instalaciones de calefacción, deben ser revisadas todos los años por una empresa mantenedora de calefacción, siendo los titulares responsables de que estas revisiones se realicen.
Las empresas instaladoras y mantenedoras tienen que cumplir una serie de obligaciones entre las que destacan la realización de las pruebas reglamentarias y extender el correspondiente certificado de la instalación para que se puede poner en servicio; la entrega al usuario de la documentación de su instalación y las correspondientes instrucciones de uso o realizar la revisión de gas cada cinco años a petición del titular para las instalaciones que no se suministren por calefacción.
Desde la Junta de Castilla y León se quiere transmitir a los usuarios de instalaciones de gas una serie de consejos útiles como usar las instalaciones de acuerdo con las instrucciones recibidas de la empresa instaladora; no cerrar bajo ningún concepto las rejillas de entrada de gas; debe existir un dispositivo de enclavamiento que impida que las calderas y calentadores de gas pueden funcionar a la vez que los extractores de humo de las cocinas; ante cualquier anomalía requerir los servicios de una empresa instaladora de gas o los servicios de asistencia técnica de la caldera.
Además de estas actuaciones, la Junta de Castilla y León ha venido realizando en los últimos años otra serie de actividades dirigidas, principalmente, a la formación e información a los instaladores en colaboración con las asociaciones provinciales de instaladores y con su federación FEINCAL. También ha tratado de fomentar la sustitución de calderas de gas atmosféricas por calderas estancadas. Con el cambio de instalación se evitan las intoxicaciones y, además, se consigue una mejor eficacia energética.
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