Por undécimo año consecutivo, más en concreto, desde que Arévalo participara en la final del concurso televisivo Grand Prix en el que quedó en segunda posición en la edición de 1988, la edición para peñas que se celebra en la ciudad durante las Ferias de san Vitorino, se ha convertido en un espectáculo de masas que abarrota la plaza de toros, tanto la portatil en sus 10 primeras celebraciones, como la de obra inaugurada el pasado sábado.
El ruedo se convierte en una verdadera pista de juego, en el que los equipos tienen que salvar una serie de dificultades para conseguir puntuar, a los que se le añade la presencia de una vaquilla que aún complica más la resolución, y que permite el regocimiento del público y la diversión de los participantes en una competición en la que participaron diez formaciones festivas.
Parrillada
Una vez finalizado el acto, y tras el éxito que tuvo el año pasado, todos los presentes pudieron disfrutar de una merienda ofrecida de forma gratuita por el Ayuntamiento de la ciudad y elaborada por la carnicería Hermanos Gómez.
Desde primera hora de la tarde, en unas parrillas situada en el Patio de caballos de la plaza de toros de la ciudad, se estuvieron elaborando pancetas y chorizos para rellenar hasta 3.500 bocadillos, que se sirvieron acompañados de un vasito de limonada o una botella de agua entre todos los que se acercaron.
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