Las organizaciones agrarias COAG y UPA consideran que el cultivo de girasol en Castilla y León esta campaña tampoco se va a librar de los bajos precios que percibirán los productores y además estamos ante una cosecha que los primeros indicios apuntan a que no será nada buena.
Así lo atestigua la recolección en las primeras parcelas de secano en zonas tradicionalmente productoras en la región, donde se han obtenido bajos rendimientos, a la espera de conocer las mejores producciones previsibles en zonas de regadío.
Estamos así pues ante una situación ciertamente compleja para los productores de nuestra comunidad autónoma teniendo en cuenta que los precios que están percibiendo los agricultores en otras regiones españolas no son precisamente buenos.
UPA y COAG denuncian además la entrada de aceite de cuestionable calidad procedente de Ucrania, y todo apunta a importaciones muy elevadas en primer lugar por las duras condiciones climatológicas sufridas esta primavera y verano en las tres zonas más productoras del país, Andalucía, Castilla La Mancha y Castilla y León, y sobre todo por los precios tan bajos con el que está entrando el aceite a granel foráneo.
COAG y UPA hacen un llamamiento a la responsabilidad de las extractoras de girasol para que no ocasionen un descalabro de los precios para los cultivadores de la región, y por lo tanto no presionen el producto nacional a la baja con la entrada de producto de Ucrania sin apenas aranceles.Por otro lado, la superficie de girasol sembrado en la comarca de Arévalo, una de la de más implantación de la región es de 11.700 hectáreas.
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