viernes, 30 de octubre de 2009

La confitería Álvarez lleva cien años elaborando buñuelos y huesillos para endulzar la fiesta de Todos los Santos

FERNANDO G. MURIEL
En las fiesta de Todos los Santos, en las que tiene un lugar especial el recuerdo a los seres queridos que nos han dejado, en la mesa es indispensable hacer referencia a los dulces más típicos y tradicionales, que se elaboran con motivo de esta festividad. La centenaria pastelería de Álvarez producen durante estos días sus buñuelos de viento, o los huesos de santo, al más puro estilo tradicional.
Los buñuelos de viento es uno de los postres más típicos del día de todos los Santos aunque la preparación clásica de este dulce también está asociada a fiestas familiares. Estos días los hermanos, José Miguel, Salva, y Emi Carrasco Álvarez, junto a su madre Milagros se afanan en su obrador en elaborar la masa de este dulce para que en estos días, y principalmente el primero de noviembre, a la hora de abrir al público los establecimientos, las vitrinas estén llenas de buñuelos rellenos de crema o nata.
Cuenta la tradición que cuando te comes un buñuelo sacas un alma del purgatorio. Aunque estos dulces son de origen madrileño, indispensables en las fiestas y verbenas de la capital de España, su consumo para endulzar el recuerdo de los fallecidos, se ha extendido por toda España.
Los tradicionales buñuelos de Álvarez tienen forma de bola de unos cuatro centímetros de diámetro. Su color es ligeramente amarillento y resultan bastante tiernos y jugosos. De sabor muy agradable, gracias a su relleno de nata o de crema. Su peso ronda los 18-20 gramos por unidad.

Huesillos de Santo
También estso artesanos de la confitería moldean huesos de mazapán con el fin de hacer la competencia a los buñuelos en el día de difuntos, extendiendo así el consumo de este producto durante el ciclo de celebraciones que anticipa el cambio a la estación invernal. Los Huesillos de Santo son dulces de azúcar y huevo que fingen el canibalismo sacro si uno se come a los muertos simbólicamente es porque los quiere y no les tiene miedo.
Estos huessillos tienen varios sabores, Así los bañados en azúcar están rellenos de yema. Los bañados en chocolate blanco también están rellenos con yema. Los recubiertos con chocolate con leche se llenan de crema y chocolate blanco, mientras que los que llevan el baño de chocolate negro tienen un relleno de frambuesa.
Semanas atrás, en el obrador de la calle Zapateros, estos hermanos comienzan a elaborarlos rollitos de mazapán para que se vallan endureciendo y así rellenar sus huecos con dulce, y recubrirlos de azúcar o chocolate

1 comentario:

Anónimo dijo...

muy interesante y bien elaborada informacion
enhorabuena y gracias