viernes, 9 de abril de 2010

ASAJA apoyará que no se entregue leche si así lo deciden las cooperativas

FERNANDO G. MURIEL
La organización agraria ASAJA compartirá la estrategia de dejar de entregar leche a las industrias si así lo deciden de forma mayoritaria las cooperativas ganaderas, y participará en todas las movilizaciones que se convoquen de forma conjunta y unitaria. El sector de la producción de leche de vacuno de Castilla y León, que se reunió el pasado miércoles 24 de marzo en Medina de Rioseco, se dio un plazo hasta el 6 de abril para debatir, en el seno de los consejos rectores de las cooperativas y de los órganos de gobierno de las organizaciones agrarias, la conveniencia de iniciar medidas de presión por la caída de los precios de la leche, unas medidas que prevén interrumpir la entrega de leche a las empresas.
Las nuevas bajadas de precio que se han producido en los dos últimos meses han situado el valor del producto en origen por debajo de los 29 céntimos de euro el litro, por lo que se acumulan las pérdidas en las explotaciones sin que se vea un futuro despejado ni a corto ni a medio plazo. Las administraciones, salvo la ayuda directa que aprobó el pasado verano la Junta, no están tomando ninguna iniciativa que permita compensar parte de las pérdidas o, lo que sería más importante, que permita el repunte de los precios.
El aumento de la producción de leche en toda Europa como consecuencia del incremento lineal de la cuota a todos los países, la caída del consumo interior, la menor demanda exterior junto a la inexistencia de restituciones a la exportación, así como los frágiles mecanismos de intervención pública de mantequilla y leche en polvo, están entre las causas del hundimiento de los precios. Por otra parte, la industria y la gran distribución españolas se aprovechan de la situación más débil del sector productor imponiendo sus precios y condiciones, y se aprovechan de que no exista un mecanismo que le permita al consumidor conocer el origen de los productos lácteos que adquiere en los lineales, por lo que España se ha convertido en el mercado más atractivo para los países que acumulan excedentes de leche, particularmente la vecina Francia.
En este sentido, ASAJA considera importante la reciente aprobación por parte del Gobierno del uso del logotipo “Letra Q” en el etiquetado de la leche y los productos lácteos. En una situación como la actual, en la que las marcas ya no son garantía, y las marcas blancas de las grandes superficies menos todavía, contar con un marchamo que garantice que ha sido supervisada su trazabilidad, desde la explotación ganadera hasta la cesta del consumidor, es clave. Lo que ahora es necesario es que se promocione desde las administraciones públicas, que lo utilicen las industrias, que sea bien visto por las grandes superficies y se lo exijan a sus proveedores y, sobre todo, que los consumidores lo demandemos. Un mecanismo de control que, junto al marchamo de calidad “Tierra de Sabor” que impulsa la Junta de Castilla y León puede garantizar que la leche, además de reunir todos los más altos parámetros de calidad, no procede de fuera del país sino que es de nuestra región, producida por los ganaderos.

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