FERNANDO G. MURIEL
Las organizaciones agropecuarias UPA y COAG, ha criticado hoy en un comunicado a Harinera Vilafranquina, instalada en Arévalo, al ejercer, junto a los intermediarios, una "presión insoportable sobre los agricultores y cooperativas, imponiendo precios muy por debajo de las cotizaciones del mercado".
Ante lo que califican de "encubierta concertación de precios a la baja" entre esta empresa catalana y los comercializadores e intermediarios, ambas organizaciones han solicitado a la Junta de Castilla y León que "actúe" y que "incluso la Oficina de la Competencia abra un expediente, investigue y, si es el caso, aplique con máximo rigor las sanciones oportunas".
Ambas OPAs han recordado que el precio del trigo es fijado por esta empresa, al ser la mayor comercializadora de harinas en Castilla y León, por lo que su política comercial, marcando condiciones del mercado, "ha contribuido al cierre de numerosas plantas harineras en la Comunidad desde su asentamiento en Arévalo".
En este sentido, han insistido en la recomendación de que la comercialización de cereales se realice "a través de las cooperativas".
"Sólo de forma común, se puede ejercer una defensa ante las imposiciones de mercaderes sin escrúpulos, íntimamente ligados a la especulación, amparados en ocasiones por asociaciones sin escrúpulos como ACCOE, tratando de pescar en ríos revueltos y confundiendo a la opinión publica", ha sostenido la Alianza por la Unidad del Campo.
Asimismo, ha apuntado que las ayudas destinadas por la Junta de Castilla y León a esta empresa que el año pasado fueron de 1,8 millones de euros "deberían servir para hacer región y no para destruir empresas ni explotaciones agrarias".
Por ello, ambas organizaciones han solicitado al Gobierno regional y a la Oficina de la Competencia que "emprendan actuaciones para atajar esta imposición de monopolio que llevan ejerciendo desde el principio de campaña sobre los agricultores a la hora de marcar unos precios sensiblemente inferiores a la situación real del mercado.
Ante lo que califican de "encubierta concertación de precios a la baja" entre esta empresa catalana y los comercializadores e intermediarios, ambas organizaciones han solicitado a la Junta de Castilla y León que "actúe" y que "incluso la Oficina de la Competencia abra un expediente, investigue y, si es el caso, aplique con máximo rigor las sanciones oportunas".Ambas OPAs han recordado que el precio del trigo es fijado por esta empresa, al ser la mayor comercializadora de harinas en Castilla y León, por lo que su política comercial, marcando condiciones del mercado, "ha contribuido al cierre de numerosas plantas harineras en la Comunidad desde su asentamiento en Arévalo".
En este sentido, han insistido en la recomendación de que la comercialización de cereales se realice "a través de las cooperativas".
"Sólo de forma común, se puede ejercer una defensa ante las imposiciones de mercaderes sin escrúpulos, íntimamente ligados a la especulación, amparados en ocasiones por asociaciones sin escrúpulos como ACCOE, tratando de pescar en ríos revueltos y confundiendo a la opinión publica", ha sostenido la Alianza por la Unidad del Campo.
Asimismo, ha apuntado que las ayudas destinadas por la Junta de Castilla y León a esta empresa que el año pasado fueron de 1,8 millones de euros "deberían servir para hacer región y no para destruir empresas ni explotaciones agrarias".
Por ello, ambas organizaciones han solicitado al Gobierno regional y a la Oficina de la Competencia que "emprendan actuaciones para atajar esta imposición de monopolio que llevan ejerciendo desde el principio de campaña sobre los agricultores a la hora de marcar unos precios sensiblemente inferiores a la situación real del mercado.
3 comentarios:
Es cierto, no hay derecho, ellos reciben subvenciones millonárias de la junta y son autenticos maltratadores de la gente del campo cuanto peor esté el agricultor, mejor estarán ellos.Se rien del productor del que sufre al fin y al cabo, las sequias, los aguaceros, las tormentas, la exposición de su capital esperando a ver que ocurrirá con esos granos que entierran, año tras año, en el campo,y del que luego,se aprovechan estupidamente cuatro macro empresas. Cuanto más crisis y más miserias, más se enriquecen ellas, que no los panaderos, o pasteleros, y así por los siglos de los siglos, y esto no tiene solución, pues a los que les tienen que poner las pilas, los tienen amedrantados, y a ellos no les tocan, no, a ellos se les subvenciona, este año, y al que viene también. Esta es la cruda realidad, y la pena es que el pequeño agricultor jamás podrá revolverse contra estas injustícias.
Eso pera los listos que cuando dijeron que en arevalo pondrian fabicas eso era riqueza.y lodice alguien que por desgracia este es el cuarto pueblo que conoce gracias a las fabricas.No mas destrucion del ciudadano paseante.
Y mientras tanto los dirigentes de los sindicatos agrarios siguen viviendo del cuento... y de las subvencios que les dan a ellos detrayéndolas del monto global que debería estar destinado a los pobres agricultores.
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