FERNANDO G. MURIEL
La asociación de cultura y patrimonio La Alhóndiga de Arévalo ha remitido un escrito a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHC), en el que se solicita un caudal ecológico permanente para el río Arevalillo desde la balsa de Nava de Arévalo, utilizando para ello el agua del embalse de las Cogotas, lo que sería una medida importante para mejorar el estado del acuífero de los Arenales.
La asociación de cultura y patrimonio La Alhóndiga de Arévalo ha remitido un escrito a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHC), en el que se solicita un caudal ecológico permanente para el río Arevalillo desde la balsa de Nava de Arévalo, utilizando para ello el agua del embalse de las Cogotas, lo que sería una medida importante para mejorar el estado del acuífero de los Arenales.
Desde la asociación manifiestan que resulta lamentable presenciar como en las últimas décadas años el río Arevalillo ha perdido su caudal, así como su rico y variado soto, principalmente en el último tercio de su recorrido, concretamente entre los términos municipales de San Vicente de Arévalo, Tiñosillos, Nava de Arévalo y Arévalo.
En unos treinta años los cangrejos autóctonos se han extinguido, el río Arevalillo se ha secado y ha perdido su bosque de ribera y las múltiples pozas permanentes que poseía desde Tiñosillos hasta su desembocadura en el río Adaja, a la altura del el castillo de Arévalo.
Los estudios sobre el estado y calidad de las aguas del acuífero de los Arenales realizados desde la CHD, demuestran que se está sacando del acuífero mucha más agua de la que entra. De esta forma, desde el área de medioambiente de la asociación La Alhóndiga, se ha llegado a la conclusión de que el río Arevalillo se ha secado porque el nivel de la capa freática ha ido descendiendo a medida que aumentaban los cultivos regados con el agua del acuífero de los Arenales.
Por este motivo creen que “sería justo que una mínima parte del agua del embalse Cogotas, del que se nutre la balsa de Nava de Arévalo, se destinara a dotar de un caudal ecológico permanente a este afluente del Adaja”.
En unos treinta años los cangrejos autóctonos se han extinguido, el río Arevalillo se ha secado y ha perdido su bosque de ribera y las múltiples pozas permanentes que poseía desde Tiñosillos hasta su desembocadura en el río Adaja, a la altura del el castillo de Arévalo.
Los estudios sobre el estado y calidad de las aguas del acuífero de los Arenales realizados desde la CHD, demuestran que se está sacando del acuífero mucha más agua de la que entra. De esta forma, desde el área de medioambiente de la asociación La Alhóndiga, se ha llegado a la conclusión de que el río Arevalillo se ha secado porque el nivel de la capa freática ha ido descendiendo a medida que aumentaban los cultivos regados con el agua del acuífero de los Arenales.
Por este motivo creen que “sería justo que una mínima parte del agua del embalse Cogotas, del que se nutre la balsa de Nava de Arévalo, se destinara a dotar de un caudal ecológico permanente a este afluente del Adaja”.