FERNANDO G. MURIEL
Para el alcalde de la ciudad, Vidal Galicia Jaramillo, lor argumentos y recursos que están manteniendo los concejales socialistas al oponerse tanto a la construcción de la Escuela de Música, como a la de la Plaza de Toros supone ir en contra de los intereses de los ciudadanos de Arévalo.
Para Galicia, la intención de los socialistas "intentando paralizar obras que son buenas para el municipio" es una forma de deslealtad no con quienes tienen encomendada la labor de gobierno sino contra todos los ciudadanos. En el caso de la obra de la casa de Hernández Luquero, los socialistas al interponer un recurso de reposición contra el acuerdo de pleno en el que se adjudicó de manera provisional la primera fase de la rehabilitación del inmueble, está claro que pretenden que no se haga una obra que lo que pretende en un primer momento es consolidar el edificio con la recuperación de fachadas y cubiertas para que no se caiga, y con esa intención se firmó el convenio con la Consejería de Fomento elementos arquitectónicos, y no para el uso que se pretende dar.
En cuanto a la construcción de la Plaza de Toros, es un tema muy meditado por el grupo del PP, un compromiso con los arevalenses, que por cierto los socialistas también tuvieron al presentarlo en su programa electoral. Creo que sólo por motivos de seguridad es necesaria, y no me gustaría esperar a que hubiera alguna desgracia para lamentar que no se hubiera comenzado a tramitarla.
El alcalde también considera que va a suponer un importante ahorro para las arcas municipales el tener un coso permanente, y aunque el portavoz socialista considere que es un momento malo económicamente, mucha culpa de ello es por la gestión del gobierno de la nación cuya responsable es el PSOE.
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