domingo, 28 de diciembre de 2008

UPA -Avila considera que el balance agrario del 2008 en Ávila refleja las graves consecuencias de los bajos precios en el sector ganadero y en cereale

FERNANDO G. MURIEL
El balance global de la actividad agraria en la provincia de Ávila durante el 2008 refleja unos datos muy preocupantes, y que añaden más incertidumbre al sector agrario provincial, que lleva sufriendo desde hace años una continua destrucción de activos en la agricultura y ganadería.

Especialmente delicada ha sido la situación de la mayor parte de sectores ganaderos, con precios muy bajos y altísimos costes de producción, debido al escandaloso incremento de los precios de los piensos compuestos para alimentación animal.
El análisis realizado por los servicios técnicos de UPA-AVILA, a partir de diferentes fuentes oficiales, señalan un descenso de la renta del sector que oscila entre un 4 y un 6 %, propiciado especialmente por el reducido valor de los productos en el mercado.
Esta situación ha agravado la realidad que atraviesa el sector productor y muy especialmente los agricultores y ganaderos profesionales, que en una media de 7 productores diarios se han visto literalmente expulsados del sector en este 2008.
Las políticas erróneas aplicadas en el sector agrario desde las distintas administraciones han sido las verdaderas causantes de esta situación. UPA ha defendido ante la Unión Europea, el Ministerio y la Junta de Castilla y León, que la solución no son ni los recortes, ni las limitaciones ni las imposiciones a los verdaderos profesionales del campo, y sí contar con eficaces mecanismos de gestión y de política agraria.
Por sectores, finaliza un año con una situación ciertamente complicada para miles de ganaderos, que han visto como sus explotaciones están en una situación límite desde el punto de vista de la rentabilidad económica, debido a la crisis de precios y altos costes de producción.
UPA-AVILA ha denunciado sin reparos la especulación del sector de los piensos, cuyas industrias con total impunidad siguen aplicando precios escandalosos a los ganaderos, a pesar de los descensos importantes en los cereales, y por lo tanto en la materia prima con los que lo elaboran.
El sector cerealista un año más ha mantenido producciones por encima de una campaña normal, aunque sin llegar a los niveles hechos públicos por la Consejería. Esta campaña los precios están siendo ruinosos, con bajadas de más del 35 % respecto a la campaña pasada, lo que unido a los altos costes de producción (fertilizantes, semillas, gasóleo etc) ha propiciado una situación de gran incertidumbre. Esto sin duda ha repercutido en la sementera, provocando un descenso de siembras de cereales.
Los agricultores no estamos dispuestos a asumir la situación actual. Valga como ejemplo que el precio del abono en el 2006 era de 0,20 euros y en el 2008 ha llegado a estar a 0,54. Los fertilizantes nitrogenados han aumentado de precio un 91 % en tan solo un año. Los fertilizantes complejos han aumentado de precio un 82 % en los últimos meses. Con ello el coste de producción por hectárea en Ávila podría pasar de 427 euros en el 2008 a 566 euros en el 2009.
En cuanto al sector remolachero ha habido un fuerte descenso de la producción. La reforma de la OCM y el plan de reestructuración han provocado un descenso de las siembras, de los productores y por lo tanto de cosecha. El Plan de la Consejería, Acor y Ebro, hecho a espaldas del sector productor, ha provocado que Castilla y León haya pasado de ser una región remolachera a ser una región refinadora como anunciaron recientemente estas dos empresas.
El sector lácteo lamentablemente ha vuelto a la dura crisis acumulada durante años, excepto el 2007, con aumentos constantes de los costes de producción y la congelación histórica de los precios en origen. UPA-AVILA ha insistido en los últimos meses en las mesas de negociación y en la calle reclamando medidas, para que se pongan en marcha contratos de suministro de leche de vaca que den estabilidad en cuanto a recogidas y precios justos tanto para el ganadero como para el consumidor.
Esta es la situación de los sectores más emblemáticos de nuestra provincia. La crisis provocada por el hundimiento de precios de los cereales, los altos costes de fertilizantes, piensos o gasóleo han provocado una situación de crisis entre los agricultores y ganaderos, que ha colocado a muchos de ellos en una situación límite.
Por eso, al igual que ha ocurrido con otros sectores básicos de la economía y con el objetivo de garantizar un marco de estabilidad en la producción de alimentos, UPA-AVILA ha exigido a la Junta de Castilla y León a lo largo del año que el sector agrario se considere estratégico. Y lo solicitamos de esta manera argumentando su decisiva contribución medioambiental, su labor sociocultural y su responsabilidad como instrumento fundamental para el desarrollo rural.
Desde UPA-AVILA nos hemos visto obligados a reclamar a lo largo de los doce meses `precios justos para nuestros productos´. A lo largo del 2008 con la campaña de recogida de firmas hemos logrado a nivel nacional 250.000 apoyos de ciudadanos con el fin de conseguir una ley de márgenes comerciales, y acabar con la especulación en los precios agroalimentarios. No es razonable vender por debajo de los costes de producción y provocar abismos incomprensibles e injustificables entre los precios en origen y los precios en destino o consumo.
También hemos denunciado a lo largo del año que las pensiones en el sector agrario son un 50 % inferior al resto de perceptores. Concretamente en junio de este año había casi 165.000 jubilados en régimen general que cobraban una media de 999 euros al mes, frente a los 552 euros que recibían los casi 130.000 jubilados que estaban en el régimen de autónomos.
Por lo que respecta a la Ley de Dependencia en Castilla y León a lo largo del 2008, hemos detectado que la situación en el medio rural es nefasta, puesto que se discriminan y se retrasan las valoraciones de los expedientes que provienen de los pueblos respecto a los de las ciudades.
En definitiva, UPA-AVILA denuncia la nula aportación de políticas agrarias y sociales en este 2008 desde la Junta de Castilla y León, para atajar el despoblamiento y para disminuir las enormes diferencias existentes, en algunos casos, entre el medio urbano y el rural.
No ha habido ni instrumentos, ni lo que es más grave actitud y criterio para solventar este desequilibrio en materias claves como el fomento de la actividad económica, de la dotación de infraestructuras y equipamientos públicos básicos, además de la potenciación de unos servicios básicos de calidad.
UPA-AVILA pide prudencia y rigor a los agricultores y ganaderos profesionales a la hora de hacer inversiones para modernizar las explotaciones, ya que todo apunta a que la situación económica en el sector agrario puede aún empeorar.

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