sábado, 10 de abril de 2010

El SEMAF dice que pruebas exculpan al maquinista muerto Arévalo

FERNANDO G. MURIEL
El secretario general del Sindicato de Maquinistas y Ayudantes Ferroviarios, SEMAF, Juan Jesús García, ha manifestado que las primeras pruebas "exculpan" al maquinista Juan Ramón Vives del accidente entre dos trenes de mercancías ocurrido el 26 de marzo cerca de la estación de Arévalo en el que murió el citado trabajador de Renfe.
Según los datos extraoficiales de que dispone el SEMAF, el fallecido actuó de forma "profesional" e "impecable", por lo que en su opinión estaría "totalmente exento de culpa". No obstante desde este sindicato se han mostrado partidariso de esperar a los resultados oficiales de la investigación, los indicios de que dispone el Sindicato de Maquinistas es que el conductor fallecido habría obrado de forma correcta, si bien ha precisado que de forma oficial no les han comunicado nada.
No obstante, este tipo de siniestro, habitualmente no se deben a una sola causa, por lo que desde el sindicato prefieren dejar en manos de los responsables de la investigación las conclusiones de las mismas que se iniciaron desde que se tuvo noticias del siniestro tanto por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, ADIF, como por Renfe.
García ha indicado igualmente que este tipo de accidentes por alcance entre dos trenes no son demasiado frecuentes, tal y como demuestra que el de Arévalo haya sido el único, al menos desde el año 2008, ya que no recordaba siniestros de estas características en 2009.
El accidente de Arévalo se produjo a las 0,25 horas del pasado 26 de marzo a apenas un kilómetro de la estación, aunque dentro del municipio segoviano de Martín Muñoz de la Dehesa, cuando un tren de mercancías detenido ante la señal de entrada fue alcanzado por la cola por otro tren de mercancías que circulaba en el mismo sentido.
Como consecuencia del impacto falleció Juan Ramón Vives, el conductor de la segunda locomotora, cuyo cuerpo no pudo ser extraído hasta diecisiete horas después del amasijo de hierros en el que quedaron convertidas la parte delantera del segundo convoy y los dos últimos vagones del primero.
Esta circunstancia obligó a cortar durante más de dos días el tráfico ferroviario a la altura de ese tramo de la línea de ancho convencional Madrid-Ávila-Valladolid, afectando a cerca de 5.000 pasajeros.
Los dos trenes de mercancías afectados eran "gemelos", contaban con 13 vagones, más una locomotora, y transportaban 995 toneladas de bobinas laminadas de acero cada uno.
Ambos realizaban el mismo recorrido entre Trasona (Asturias) y Sagunto (Valencia), cuando el accidente se produjo a las 0.25 horas

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