Juan Ignacio de Antonio Senovilla*
Quiero empezar este artículo felicitándonos todos por comprobar que el culebrón de Las Cogotas esté a punto de acabar, y utilizo este tiempo verbal porque hasta que no estén regando todos los sectores y todas las hectáreas, desde la organización agraria UPA no damos por terminado este tan traído, llevado y zarandeado regadío.
Aún y así, por fin en Ávila podemos empezar a disfrutar de un regadío público y competitivo, tal y como disfrutan en cientos de comarcas de todo el Estado español.
Y es que en la actualidad nuestro regadío se ha limitado a la extracción de agua de pozos y perforaciones, con costes muy elevados y por lo tanto sin poder competir con otros regadíos públicos de nuestro país, como va a ocurrir finalmente con las 7.000 hectáreas previstas, una vez que vean la luz todos los sectores de Las Cogotas.
Ni más ni menos que 35 años han transcurrido para ver la puesta en marcha del riego en La Moraña, lo que significa sin género de dudas todo un récord de tardanza en la historia de los regadíos públicos españoles.
En este periodo de tiempo ha habido momentos claves para su realización y también personas cuya actuación ha sido eficaz y muy relevante, y por lo tanto es justo reconocérselo, pues en este país somos muy dados a no reconocer los méritos de unos y otros.
Refrescando la memoria a los que no la tienen, debemos destacar la decisión que en la década de los setenta (años 1977 y 1978) tomaron los políticos de la entonces UCD, Daniel de Fernando y el ya fallecido Alberto Dorrego, que fueron los verdaderos artífices desde sus despachos para la construcción de la presa en el río Adaja.
También el gobernador de Ávila en 1990, Ángel Olivares, hizo su papel después de la importante y aún recordada manifestación del 27 de mayo de ese año en Arévalo, convocada por UPA - entonces ACA- , gracias a la cual conseguimos sentar y firmar el convenio entre las dos administraciones. Sin él no hubiera sido posible plasmar en los papeles oficiales las obras del canal principal y la determinación de la zona regable.
Estamos hablando de un momento histórico si tenemos en cuenta que ninguna de las dos administraciones, la central y la autonómica, ni creían ni querían sacar adelante un proyecto ilusionante para miles de agricultores pero costoso desde el punto de vista económico. Por eso fue mucho el trabajo que tuvimos que desempeñar desde nuestra organización para convencerlos de las bondades y del prometedor futuro que tendría la comarca en el supuesto de sacar adelante un regadío moderno.
También creo que se merecen una mención especial quienes por esos años representaban a La Moraña desde las principales siglas políticas (PP, PSOE y CDS), Francisco Senovilla y los fallecidos Gregorio García y Ramón Gómez, respectivamente.
Un lugar destacado también lo debe tener el que fuera alcalde de Nava de Arévalo, Francisco Gómez Alonso, que en un acto de valentía y responsabilidad respaldó la manifestación de Arévalo, convocada por ACA (actual UPA), lo que finalmente le costó el cargo como primer edil de este municipio, y al que curiosamente le echaron los primeros que ahora se van a beneficiar del regadío de Las Cogotas.
Por último y sin pecar de pedantes ni de soberbios, y aunque públicamente casi nadie lo reconozca, quiero hacer una mención al sindicato agrario UPA, antes ACA, que desde su constitución como organización agraria en el año 1977 ha tenido como uno de sus objetivos prioritarios el citado regadío.
El trabajo de negociación pacífica en los despachos cuando ha sido posible y de lucha en la calle cuando no ha habido otro remedio por parte de la organización de la que soy secretario general ha sido encomiable.
La hemeroteca de los medios de comunicación de Ávila pueden dar fe de lo que cuento en este artículo, y tendrá un valor inmenso para todo aquel que quiera acceder a lo dicho, hecho y escrito por cada cual sobre Las Cogotas. También la consulta de la hemeroteca serviría para refrescar la memoria de los despistados, desorientados e incrédulos.
Por eso, puede decir bien alto y claro que UPA ha dado muestras suficientes de honradez, integridad y firmeza en reivindicar lo que era, es y será de justicia en torno a estos regadíos, y ante todas las administraciones, fueran del color político que fueran.
El objetivo de esta lucha tenaz e histórica de UPA ha sido única y exclusivamente conseguir para los agricultores abulenses un regadío público y competitivo como tienen desde hace tiempo todas las provincias españolas.
No puedo dejar pasar esta oportunidad para agradecer muy sinceramente el papel primordial que desempeñaron desde el inicio los medios de comunicación de Ávila apoyando sin fisuras el regadío morañego. Es de agradecer la labor que han hecho, porque sin ellos posiblemente tampoco habría sido posible que viera la luz.
Finalmente quiero añadir que todos los que formamos la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Ávila estamos orgullosos del trabajo que hemos desarrollado en torno a Las Cogotas en estos más de 30 años de lucha. De igual modo, estamos convencidos que sin esta brega y tesón de UPA, junto al trabajo de los políticos mencionados en este artículo y los medios de comunicación no hubiera sido posible ver hecho realidad el regadío de las Cogotas. Desde luego si hubiera sido, tal y como dicen algunos… por el omnipotente poder celestial de San Isidro… no hubiéramos visto correr agua por los canales morañegos. Eso, seguro.
Quiero empezar este artículo felicitándonos todos por comprobar que el culebrón de Las Cogotas esté a punto de acabar, y utilizo este tiempo verbal porque hasta que no estén regando todos los sectores y todas las hectáreas, desde la organización agraria UPA no damos por terminado este tan traído, llevado y zarandeado regadío.
Aún y así, por fin en Ávila podemos empezar a disfrutar de un regadío público y competitivo, tal y como disfrutan en cientos de comarcas de todo el Estado español.
Y es que en la actualidad nuestro regadío se ha limitado a la extracción de agua de pozos y perforaciones, con costes muy elevados y por lo tanto sin poder competir con otros regadíos públicos de nuestro país, como va a ocurrir finalmente con las 7.000 hectáreas previstas, una vez que vean la luz todos los sectores de Las Cogotas.
Ni más ni menos que 35 años han transcurrido para ver la puesta en marcha del riego en La Moraña, lo que significa sin género de dudas todo un récord de tardanza en la historia de los regadíos públicos españoles.
En este periodo de tiempo ha habido momentos claves para su realización y también personas cuya actuación ha sido eficaz y muy relevante, y por lo tanto es justo reconocérselo, pues en este país somos muy dados a no reconocer los méritos de unos y otros.
Refrescando la memoria a los que no la tienen, debemos destacar la decisión que en la década de los setenta (años 1977 y 1978) tomaron los políticos de la entonces UCD, Daniel de Fernando y el ya fallecido Alberto Dorrego, que fueron los verdaderos artífices desde sus despachos para la construcción de la presa en el río Adaja.
También el gobernador de Ávila en 1990, Ángel Olivares, hizo su papel después de la importante y aún recordada manifestación del 27 de mayo de ese año en Arévalo, convocada por UPA - entonces ACA- , gracias a la cual conseguimos sentar y firmar el convenio entre las dos administraciones. Sin él no hubiera sido posible plasmar en los papeles oficiales las obras del canal principal y la determinación de la zona regable.
Estamos hablando de un momento histórico si tenemos en cuenta que ninguna de las dos administraciones, la central y la autonómica, ni creían ni querían sacar adelante un proyecto ilusionante para miles de agricultores pero costoso desde el punto de vista económico. Por eso fue mucho el trabajo que tuvimos que desempeñar desde nuestra organización para convencerlos de las bondades y del prometedor futuro que tendría la comarca en el supuesto de sacar adelante un regadío moderno.
También creo que se merecen una mención especial quienes por esos años representaban a La Moraña desde las principales siglas políticas (PP, PSOE y CDS), Francisco Senovilla y los fallecidos Gregorio García y Ramón Gómez, respectivamente.
Un lugar destacado también lo debe tener el que fuera alcalde de Nava de Arévalo, Francisco Gómez Alonso, que en un acto de valentía y responsabilidad respaldó la manifestación de Arévalo, convocada por ACA (actual UPA), lo que finalmente le costó el cargo como primer edil de este municipio, y al que curiosamente le echaron los primeros que ahora se van a beneficiar del regadío de Las Cogotas.
Por último y sin pecar de pedantes ni de soberbios, y aunque públicamente casi nadie lo reconozca, quiero hacer una mención al sindicato agrario UPA, antes ACA, que desde su constitución como organización agraria en el año 1977 ha tenido como uno de sus objetivos prioritarios el citado regadío.
El trabajo de negociación pacífica en los despachos cuando ha sido posible y de lucha en la calle cuando no ha habido otro remedio por parte de la organización de la que soy secretario general ha sido encomiable.
La hemeroteca de los medios de comunicación de Ávila pueden dar fe de lo que cuento en este artículo, y tendrá un valor inmenso para todo aquel que quiera acceder a lo dicho, hecho y escrito por cada cual sobre Las Cogotas. También la consulta de la hemeroteca serviría para refrescar la memoria de los despistados, desorientados e incrédulos.
Por eso, puede decir bien alto y claro que UPA ha dado muestras suficientes de honradez, integridad y firmeza en reivindicar lo que era, es y será de justicia en torno a estos regadíos, y ante todas las administraciones, fueran del color político que fueran.
El objetivo de esta lucha tenaz e histórica de UPA ha sido única y exclusivamente conseguir para los agricultores abulenses un regadío público y competitivo como tienen desde hace tiempo todas las provincias españolas.
No puedo dejar pasar esta oportunidad para agradecer muy sinceramente el papel primordial que desempeñaron desde el inicio los medios de comunicación de Ávila apoyando sin fisuras el regadío morañego. Es de agradecer la labor que han hecho, porque sin ellos posiblemente tampoco habría sido posible que viera la luz.
Finalmente quiero añadir que todos los que formamos la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de Ávila estamos orgullosos del trabajo que hemos desarrollado en torno a Las Cogotas en estos más de 30 años de lucha. De igual modo, estamos convencidos que sin esta brega y tesón de UPA, junto al trabajo de los políticos mencionados en este artículo y los medios de comunicación no hubiera sido posible ver hecho realidad el regadío de las Cogotas. Desde luego si hubiera sido, tal y como dicen algunos… por el omnipotente poder celestial de San Isidro… no hubiéramos visto correr agua por los canales morañegos. Eso, seguro.
*Secretario General de UPA-Ávila
1 comentario:
Nuca es tarde si la dicha es buena,
Hace 3o años se hablaba de canal de riego mas costoso y menos eficaz, si se hubiera hecho entonces hoy seria obsoleto,
pero te olvidas de alguien, Ángel Acebes, que fue el que movió el proyecto hasta entonces dormido, cuando entro de ministro del primer gobierno de Aznar, dotándolo del presupuesto necesario y aprobándolo en consejo de ministro, sin ese empujón hoy seguiría en el cajón de los recuerdos
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