El pasado fin de semana, el Campeonato de España de GT visitó el Circuito del Jarama. El máximo exponente en nuetro país de los coches que “podemos” ver en la calle. Los GT llegaban a la capital de España en un mismo pack, junto al European F3 Open, la Mini Challenge, la Supercopa SEAT León y la Copa Peugeot 207 THP. Un fin de semana bastante completo para los amantes a la competición.
Pero quien no parecía empaparse del buen espíritu de carreras era el clima. Ya en la jornada del viernes la lluvia hacia acto de presencia, mientras que el sábado el cielo se cerraba de par en par para literlamente descargar una cortina de agua. Si durante la mañana el agua hacía que los Mini de la Challenge los pasaran más bien mal, por la tarde la tromba se concentró en la hora que duró la carrera de GT.
En carrera, Miguel Ángel de Castro hacía valer su conocimiento del circuito y se sobreponía al difícil pilotaje de su Porsche 911 GT3 RSR en tan difíciles condiciones para colocarse en cabeza. Nueve segundos de diferencia justo antes del cambio de piloto, hacían que el equipo Drivex se postulara con principal candidato a la victoria.
Pero en lluvia todo es posible. El compañero de De Castro, el Miguel Amaral cometía un error y se salía de pista. El portugués conseguía poner el coche de nuevo en pista pero ya con el liderazgo en manos de Peter Sundberg. Tras el cambio de piloto, el sueco cogió su Ferrari F430 en 15ª posición y a partir de ahí la remontada fue excepcional. Nadie pudo con Sundberg que se hacía con la victoria por delante del dúo Josep Mayola-Marc Carol con otro F430 y terceros finalmente sería De Castro-Amaral.
El domingo, el sol decidía aparecer, una razón más para acercarse hasta el circuito. Y en esta ocasión el público acompañó, 28.000 personas según la organización (esto es como las manifestaciones mucha gente hay, pero ¿tanta? ). En la carrera, esta vez si, Miguel Ángel de Castro se alzaría con la victoria por delante de la armada Ferrari. Hasta cinco unidades del F430 GT2 secundaron la victoria del piloto arevalense.
Pero quien no parecía empaparse del buen espíritu de carreras era el clima. Ya en la jornada del viernes la lluvia hacia acto de presencia, mientras que el sábado el cielo se cerraba de par en par para literlamente descargar una cortina de agua. Si durante la mañana el agua hacía que los Mini de la Challenge los pasaran más bien mal, por la tarde la tromba se concentró en la hora que duró la carrera de GT.
En carrera, Miguel Ángel de Castro hacía valer su conocimiento del circuito y se sobreponía al difícil pilotaje de su Porsche 911 GT3 RSR en tan difíciles condiciones para colocarse en cabeza. Nueve segundos de diferencia justo antes del cambio de piloto, hacían que el equipo Drivex se postulara con principal candidato a la victoria.
Pero en lluvia todo es posible. El compañero de De Castro, el Miguel Amaral cometía un error y se salía de pista. El portugués conseguía poner el coche de nuevo en pista pero ya con el liderazgo en manos de Peter Sundberg. Tras el cambio de piloto, el sueco cogió su Ferrari F430 en 15ª posición y a partir de ahí la remontada fue excepcional. Nadie pudo con Sundberg que se hacía con la victoria por delante del dúo Josep Mayola-Marc Carol con otro F430 y terceros finalmente sería De Castro-Amaral.
El domingo, el sol decidía aparecer, una razón más para acercarse hasta el circuito. Y en esta ocasión el público acompañó, 28.000 personas según la organización (esto es como las manifestaciones mucha gente hay, pero ¿tanta? ). En la carrera, esta vez si, Miguel Ángel de Castro se alzaría con la victoria por delante de la armada Ferrari. Hasta cinco unidades del F430 GT2 secundaron la victoria del piloto arevalense.