Texto: VÍCTOR M. GONZÁLEZ / Fotos: JONATAN NOGUERA
“Empecé a escribir a los 15 años, y lo hice como empiezan todos los escritores: con relatos cortos y textos de estos de que te ha dejado la novia y te sientes mal. Y luego dije ‘vamos a escribir algo más grande”. De Arévalo a Madrid, y de la página al teatro. A sus 24 años, el dramaturgo novel Luciano Muriel ya tiene experiencia delante de hojas en blanco y detrás de un escenario. Y en alguna decepción también, pues a la juventud y a los recelos del mercado cultural se une la crisis económica. Contra ello, esfuerzo, mucha ilusión y algo de suerte.
“Lo primero que tienes que hacer es coger tus armas y ponerlas en el escenario”. Luciano Muriel aconseja además perseverancia y optimismo, herramientas con las que ha trabajado hasta conseguir su primer estreno, el de la obra teatral ‘Contigo todo perfect’, en la sala madrileña La escalera de Jacob.
¿Un debut con peros? La variedad de iniciativas sobre las tablas de la capital hace que la selección de espectáculos sea rigurosa: el resultado final y la reacción del público dirán si su iniciativa más allá de la primera puesta en escena que tendrá lugar esta noche.
“Empecé a escribir a los 15 años, y lo hice como empiezan todos los escritores: con relatos cortos y textos de estos de que te ha dejado la novia y te sientes mal. Y luego dije ‘vamos a escribir algo más grande”. De Arévalo a Madrid, y de la página al teatro. A sus 24 años, el dramaturgo novel Luciano Muriel ya tiene experiencia delante de hojas en blanco y detrás de un escenario. Y en alguna decepción también, pues a la juventud y a los recelos del mercado cultural se une la crisis económica. Contra ello, esfuerzo, mucha ilusión y algo de suerte.
“Lo primero que tienes que hacer es coger tus armas y ponerlas en el escenario”. Luciano Muriel aconseja además perseverancia y optimismo, herramientas con las que ha trabajado hasta conseguir su primer estreno, el de la obra teatral ‘Contigo todo perfect’, en la sala madrileña La escalera de Jacob.
¿Un debut con peros? La variedad de iniciativas sobre las tablas de la capital hace que la selección de espectáculos sea rigurosa: el resultado final y la reacción del público dirán si su iniciativa más allá de la primera puesta en escena que tendrá lugar esta noche.
“NO HAY NADA MÁS COMERCIAL QUE EL AMOR”
El debut de ‘Contigo todo perfect’, la obra teatral escrita y dirigida por él, es también la inauguración oficial de Limbo Teatro, la recién creada compañía de la que los jóvenes actores Ángel Velasco y Myriam Martínez son dos tercios imprescindibles del total. “Es una historia que le podría pasar a cualquiera. La historia de una relación de pareja, Tato y Marion, con los típicos roces: que si celos, que si orgullo… Es como un pulsito de parejas, sobre todo cuando están empezando”, explica Luciano Muriel sobre ‘Contigo todo perfect’: “Cojo experiencias mías, experiencias que me han contado”.
“Me gustó el proyecto y el momento”, explica Ángel Velasco, el joven malagueño de 24 años, con un paso veterano y firme sobre el escenario, que interpreta a Tato. “Acabé la escuela hace un año y medio, y después de proyectos audiovisuales y montajes teatrales me encontré con esto.
Para mi gusto, el teatro es comunicación pero sobre todo entretenimiento. Si no entretienes, no conseguirás que el espectador te mire, y si no te mira nunca recibirá tu mensaje”, explica el actor, que próximamente estrenará la película ‘N/949’, del cineasta Nacho Recio.
El debut de ‘Contigo todo perfect’, la obra teatral escrita y dirigida por él, es también la inauguración oficial de Limbo Teatro, la recién creada compañía de la que los jóvenes actores Ángel Velasco y Myriam Martínez son dos tercios imprescindibles del total. “Es una historia que le podría pasar a cualquiera. La historia de una relación de pareja, Tato y Marion, con los típicos roces: que si celos, que si orgullo… Es como un pulsito de parejas, sobre todo cuando están empezando”, explica Luciano Muriel sobre ‘Contigo todo perfect’: “Cojo experiencias mías, experiencias que me han contado”.
“Me gustó el proyecto y el momento”, explica Ángel Velasco, el joven malagueño de 24 años, con un paso veterano y firme sobre el escenario, que interpreta a Tato. “Acabé la escuela hace un año y medio, y después de proyectos audiovisuales y montajes teatrales me encontré con esto.
Para mi gusto, el teatro es comunicación pero sobre todo entretenimiento. Si no entretienes, no conseguirás que el espectador te mire, y si no te mira nunca recibirá tu mensaje”, explica el actor, que próximamente estrenará la película ‘N/949’, del cineasta Nacho Recio.
LA OPORTUNIDAD: LA ESCALERA DE JACOB
Y tras la promesa, la oportunidad. “La escalera de Jacob nació hace seis años con el compromiso de ofrecer vivencias y experiencias genuinamente humanas a los espectadores. Nuestras vidas parecen cada vez más sometidas a exigencias externas de todo tipo y lo artístico interviene como aquello que puede devolvernos el contacto con nuestras emociones”, comenta Jorge de las Heras, responsable de la iniciativa cultural de esta sala, una de las más aclamadas de Madrid por su programación alternativa: “Cada mes tenemos más de sesenta propuestas distintas entre teatros, audiovisuales y música y un total de representaciones superior a las 200 repartidas en cuatro salas entre Lavapiés y la Latina”.
¿Qué tiene ‘Contigo todo perfect’ para despertar la curiosidad de La escalera de Jacob? “El criterio fundamental es la calidad, calidad interpretativa, dramatúrgica y de dirección, independientemente de la presunta viabilidad económica de la propuesta”. Ofrece experimentación y buen hacer sobre el escenario, pero no a ciegas: la obra se estrena en una primera sesión y después se decide si se incluye en la programación regular. Un estreno a todo o nada, y aún así la oportunidad más generosa del panorama teatral de espectáculos.
“No programamos nada que no hayamos visto antes para que nuestro público no se sienta defraudado”, explica Jorge de las Heras sobre el riguroso sistema de selección de La escalera de Jacob, una de las pocas salas que parece apostar por la iniciativa joven, aunque sea en un debut exclusivo. “Cuando creemos que algo merece la pena, peleamos por ello. A veces los resultados no son inmediatos y animamos a los actores a seguir adelante. Según nuestra experiencia, esta pelea suele dar resultados. Cuando creemos que algo merece la pena, peleamos por ello”.
Y tras la promesa, la oportunidad. “La escalera de Jacob nació hace seis años con el compromiso de ofrecer vivencias y experiencias genuinamente humanas a los espectadores. Nuestras vidas parecen cada vez más sometidas a exigencias externas de todo tipo y lo artístico interviene como aquello que puede devolvernos el contacto con nuestras emociones”, comenta Jorge de las Heras, responsable de la iniciativa cultural de esta sala, una de las más aclamadas de Madrid por su programación alternativa: “Cada mes tenemos más de sesenta propuestas distintas entre teatros, audiovisuales y música y un total de representaciones superior a las 200 repartidas en cuatro salas entre Lavapiés y la Latina”.
¿Qué tiene ‘Contigo todo perfect’ para despertar la curiosidad de La escalera de Jacob? “El criterio fundamental es la calidad, calidad interpretativa, dramatúrgica y de dirección, independientemente de la presunta viabilidad económica de la propuesta”. Ofrece experimentación y buen hacer sobre el escenario, pero no a ciegas: la obra se estrena en una primera sesión y después se decide si se incluye en la programación regular. Un estreno a todo o nada, y aún así la oportunidad más generosa del panorama teatral de espectáculos.
“No programamos nada que no hayamos visto antes para que nuestro público no se sienta defraudado”, explica Jorge de las Heras sobre el riguroso sistema de selección de La escalera de Jacob, una de las pocas salas que parece apostar por la iniciativa joven, aunque sea en un debut exclusivo. “Cuando creemos que algo merece la pena, peleamos por ello. A veces los resultados no son inmediatos y animamos a los actores a seguir adelante. Según nuestra experiencia, esta pelea suele dar resultados. Cuando creemos que algo merece la pena, peleamos por ello”.
‘DURMIENDO EN EL LIMBO’ Y OTROS SUEÑOS
“Lo que quieras, tienes que conseguirlo por tu cuenta”, afirma Luciano Muriel, que se reconoce agradecido y emocionado ante el estreno de ‘Contigo todo perfect’ pese al complicado panorama para los artistas noveles. “No hay absolutamente nada. Es muy difícil que alguien desconocido, que no sabe qué estás haciendo, te dé algo, ni que te lo preste siquiera”. Los gastos en atrezzo y escenografía corren a cargo del propio director, los actores trabajan con la esperanza de que la promesa se cumpla, y los amigos son también imprescindibles: “Hemos tirado de ellos en todo; esto es favor por favor.
Yo estoy haciendo esto con ilusión, y es lo que motiva a la gente a ayudarnos”.
En estos inconvenientes de la producción también tiene tablas Luciano Muriel. El de ‘Contigo todo perfect’ es su primer estreno, pero no su primer trabajo sobre el escenario. “Limbo Teatro nació, o intentó nacer el año pasado, pero no pudo ser. Antes de ‘Contigo todo perfect’ escribí una obra de teatro, ‘Durmiendo en el limbo’. Es una obra de seis personajes, con una escenografía inmensa que simula un hostal, con sus habitaciones, una cosa bárbara. Ensayamos la obra, la llegamos a preparar, la íbamos a estrenar en Arévalo, mi ciudad natal, pero no era factible”, explica el dramaturgo.
Y de ahí ‘lo que no te mata te hace más fuerte’. “Un día me senté y dije: ‘Vamos a ver, si a ti te gusta hacer teatro, vamos a ser realistas’. Hay que ser práctico, y sencillo más que simple, minimalista; cuanto menos necesites, mejor; cuanto menos tengas que pedir, mejor”, concluye Luciano Muriel, que, con sólo un estreno a sus espaldas, pero cargado de experiencias, talento e ilusión, tiene consejos para dar y tomar. “Si tú puedes hacer todo lo que necesita la obra, mejor. No es el momento de pedir cosas, es el momento de demostrarlas”. ‘Contigo todo perfect’ abre el telón, aunque sea por una sola vez. Eso sí, de momento.
“Lo que quieras, tienes que conseguirlo por tu cuenta”, afirma Luciano Muriel, que se reconoce agradecido y emocionado ante el estreno de ‘Contigo todo perfect’ pese al complicado panorama para los artistas noveles. “No hay absolutamente nada. Es muy difícil que alguien desconocido, que no sabe qué estás haciendo, te dé algo, ni que te lo preste siquiera”. Los gastos en atrezzo y escenografía corren a cargo del propio director, los actores trabajan con la esperanza de que la promesa se cumpla, y los amigos son también imprescindibles: “Hemos tirado de ellos en todo; esto es favor por favor.
Yo estoy haciendo esto con ilusión, y es lo que motiva a la gente a ayudarnos”.
En estos inconvenientes de la producción también tiene tablas Luciano Muriel. El de ‘Contigo todo perfect’ es su primer estreno, pero no su primer trabajo sobre el escenario. “Limbo Teatro nació, o intentó nacer el año pasado, pero no pudo ser. Antes de ‘Contigo todo perfect’ escribí una obra de teatro, ‘Durmiendo en el limbo’. Es una obra de seis personajes, con una escenografía inmensa que simula un hostal, con sus habitaciones, una cosa bárbara. Ensayamos la obra, la llegamos a preparar, la íbamos a estrenar en Arévalo, mi ciudad natal, pero no era factible”, explica el dramaturgo.
Y de ahí ‘lo que no te mata te hace más fuerte’. “Un día me senté y dije: ‘Vamos a ver, si a ti te gusta hacer teatro, vamos a ser realistas’. Hay que ser práctico, y sencillo más que simple, minimalista; cuanto menos necesites, mejor; cuanto menos tengas que pedir, mejor”, concluye Luciano Muriel, que, con sólo un estreno a sus espaldas, pero cargado de experiencias, talento e ilusión, tiene consejos para dar y tomar. “Si tú puedes hacer todo lo que necesita la obra, mejor. No es el momento de pedir cosas, es el momento de demostrarlas”. ‘Contigo todo perfect’ abre el telón, aunque sea por una sola vez. Eso sí, de momento.